Capítulo 5. He dicho que debo encontrar a esa mujer Abimael. -- ¿Qué demonios es esto? – rujo al ver mi pecho con manchas rojas sobre él, -- Es solo lápiz labial Sir Artur – me dice Abimael restándole importancia, y vaya, que gran consuelo pienso yo. De inmediato me percató que tengo algo escrito en él, paso mi dedo por ahí y noto que las letras han sido escritas con algo cremoso, miro a mi empleado para preguntarle que carajo tengo en el cuerpo cuando lo veo coger algo que había sobre la mesa, al parecer es el lápiz labial que utilizo la loca para dejar su mensaje. Puedo leer lo que está escrito en mi pecho y solo puedo pensar en cómo hacerle pagar a esa jodida mujer su descaro, -- ¿Señor que fue lo que ocurrió anoche? – me pregunta Abimael y puedo notar su rostro enrojecido al verme