—¡Sasha! —la voz de Thomas resonó por todo el pasillo mientras me perseguía, asfixiado. Apreté los papeles que tenía entre las manos, intentando ocultar la información que había conseguido de Annie sobre el supuesto cómplice de Vladimir. André Crawford. —Dime —le contesté mirando hacia él y escondiendo disimuladamente los papeles tras mi espalda. Nervioso, Thomas se metió las manos en los bolsillos de los pantalones. Buscaba mis ojos con los suyos de forma tímida y sus mejillas se encontraban teñidas de un rosa pálido que resaltaba sobre su tez levemente bronceada. —Tenemos… Tenemos una conversación pendiente… Ladeé un poco la cabeza intentando recordarla conversación a la que se refería. Ya podía estar hablándome del último altercado a la mafia china que yo no sabía de qué me e