Me pasé buena parte de la tarde mirando lencería online y otros artículos que pudiera comprar. A decir verdad, había muchas más cosas de las que podía imaginar y ¡la mayoría eran increíbles! Tenía que comprar este tipo de cosas más a menudo. Dejé a un lado mi tableta digital y me enfundé en ropa de deporte. Jennifer se había encargado de enviarme algunas cosas que podía ensayar por mi cuenta y ya que no tenía nada que hacer, era la ocasión perfecta para ensayar algunas cosas. Me miré al espejo antes de salir por la puerta. Aún con una cola alta, mi pelo llegaba hasta la zona baja de mi espalda. Tengo que darme un corte ya, pensé. Cogí el comunicador, mi pistola, mi teléfono y el par de dagas que siempre llevaba encima. Justo antes de irme, tomé los tacones de quince centímetros y s