4.

1381 Words
Capítulo 4. Para él acaba de comenzar el juego del gato y el ratón, y él definitivamente no es el ratón. -- ¡Rompe con todo! – grito Paul al ver a su amiga salir disparada en la moto, Celeste avanzaba feliz, sentir el aire sobre su rostro la hacían sentirse libre, no fue para nada difícil manejar una, ella podía olvidar en ese momento todo lo mal que estaba su cuerpo, mientras avanzaba se sentía libre, incluso estiro un brazo para recibir un poco de aire en él, Leonardo Coppola estaba sentado en su auto esperando para salir, él observo pasar a la muchacha en la moto mientras se disponía en avanzaba por la carretera, algo en la mano de Celeste le llamó la atención, una liga de cabello en la muñeca derecha de Celeste llamó su atención, la joven con la que estuvo en el bar, también llevaba una liga de cabello en su muñeca derecha, ese detalle no era algo muy común, el CEO la había observado a mitad de la noche mientras la hacía suya y pudo observar el hermoso rostro de la joven a través de la luz de la luna, pensaba que la había visto antes, pero no estaba seguro de adonde, incluso cuando ella se durmió, él todavía se quedó observándola por unos minutos más antes de cerrar sus ojos acunándola junto a él. Leonardo no recordaba a la hermana menor de su prometida, como recordarla si nadie le prestaba atención, además solo fueron dos las veces que coincidieron y en ambas ocasiones él estaba siempre al lado de Simone. -- Sigue esa moto – le ordeno a su asistente, el auto inicio la marcha y se colocó detrás de la moto. Celeste noto que alguien la seguía de cerca, ella no sabía quién era, pero le preocupaba que algo malo vaya a pasarle, así que disminuyó la velocidad hasta detenerse a un lado de la carretera, -- ¡Detente! – ordeno también el CEO, su asistente obedeció y detuvo el auto detrás de la moto, Leonardo bajo y caminó hasta donde estaba ella, Celeste lo reconoció al instante, ella comenzó a ponerse nerviosa, no sabía porque él hombre se le acercaba y aunque quisiera tampoco podía volver a encender la moto, sus manos comenzaron a temblar mientras lo veía acercarse más y más. Leonardo observo a la joven y no necesito sacarle el casco para reconocer el hermoso rostro de ella, él busco en su bolsillo la nota que ella le dejo y una vez que la tuvo en su mano se la mostro a Celeste, colocándola frente a sus ojos, -- Acostumbras a dejar estas notas de despedida – Celeste quería que la tierra se abriera y se la tragara en el acto, no tenía idea de cómo la había reconocido entre tanta gente, es más, como la descubrió en tremenda ciudad, ella estaba con una ropa completamente diferente e incluso llevaba un casco puesto sobre su cabeza, lo único que pensó fue que debía continuar haciéndose la loca, y negando todo lo que él intentaba insinuar, -- Lo siento mucho señor, no sé de qué está hablando. Creo que me confunde con alguien más – le dice, Celeste negaría ser la muchacha del bar, no le quedaba de otra si quería seguir viviendo, sabía muy bien que, si su madre o su hermana se enteraban de lo que hiso la enviarían matar, una cachetada no sería nada en comparación con lo que le harían, de eso no le quedaba la menor duda. Leonardo se acerca y de un jalón le baja la chaqueta de cuero que lleva puesta, el cuello de Celeste quedó al descubierto mostrando la marca que él mismo se encargó de dejarle la noche anterior, confirmándole que no estaba equivocado, que ella era la misma mujer con la que estuvo la noche anterior. -- ¿Ahora me vas a negar que fui yo quien te hizo esto? – le dijo acercándose amenazadoramente, para Leonardo, Celeste se había convertido en alguien de su propiedad, y no la dejaría ir tan fácilmente, a él no le importaba si ella era casada, soltera, viuda o lo que fuera, aunque eso era poco probable ya que él fue su primer hombre, y tenía como demostrarlo, pues la sabana con la mancha de sangre se la llevo como una prueba del acto entre los dos, eso junto a la nota era lo único que tenía para encontrar a la mujer con la que estuvo la noche anterior. Y aunque ya no los necesitaba pues ahora la tenía frente a él, él seguiría manteniendo en su poder esas cosas. -- Insisto que está equivocado señor. Esta marca la hizo mi esposo y seguro que se molestará conmigo si me encuentra en esta situación – le responde ella alejándose de él, Leonardo mueve la cabeza de manera amenazante, pero luego retrocede, él toma nota mental de la placa de la moto y deja que Celeste se aleje de él. Él sabe muy bien que ella miente, y mientras la ve alejarse piensa en la mejor manera de hacerle pagar su mentira, para él acaba de comenzar el juego del gato y el ratón y definitivamente él, no es el ratón. -- ¿Se encuentra bien señor? – le pregunta su asistente al verlo volver, el CEO asiente, él le informa el número de matrícula de la moto, Leonardo le pide a su asistente que investigue a quien le pertenece el vehículo, -- Necesito está información para hoy Manuel – le exige, mientras tanto el CEO vuelve a su empresa. Una hora después el asistente regresa con la información, él mismo no podía creer lo que había averiguado, -- ¿Qué me tienes? – le pregunta ansioso el CEO, algo extraño en él pues nunca se había comportado así antes, -- La moto pertenece a una empresa de alquiler señor, pero la persona que la estaba manejando esta tarde fue la señorita Celeste Dupont, la hermana menor de su prometida – cuando escucha que la hermana menor de su prometida podía ser la muchacha con la que se acostó anoche, él CEO se sintió mareado, -- ¿Se encuentra bien señor? – le pregunta su asistente al ver la forma como su jefe reaccionó ante la noticia, -- Anoche en el bar, ¿Averigua si la hermana de Simone estuvo ahí? – esa pregunta le parecía más extraña al asistente, ¿Cómo podría saber él, si la hermana de la prometida de su jefe estuvo en el bar?, pero salió de la oficina y se enrumbo hasta el lugar, él llevaba una imagen de la joven con él, con ella fue hacía la barra y preguntó a algunos de los empleados si recordaban haberla visto ahí la noche anterior, solo uno de ellos fue quien la identifico, él empleado no quería tener problemas, pues fue el tipo que le dio la bebida adulterada, así que respondió algo a la defensiva, -- Ella estuvo anoche completamente abría, incluso subió al segundo piso con un tipo – le respondió, intentando minimizar su responsabilidad y pensando que así se lavaba las manos, al fin de cuentas cuando el entro en la habitación con el viejo, la chica ya no estaba ahí. El asistente no necesitaba tanta información, con saber que estuvo ahí, era suficiente. Pero sabía que a su jefe le interesaría averiguar que también estuvo en el segundo nivel igual que él. Despejada algunas dudas del asistente, regreso a la oficina, Manuel se dio cuenta de que al parecer la mujer que había dejado el mensaje para su jefe era la misma hermana de su prometida, él se tocó la cabeza al percatarse del lio en el que estaba ahora su jefe, pero debía mantener su lealtad ante él, así que subió en el ascensor e ingreso a la oficina. -- ¿Qué averiguaste? – le pregunta el CEO apenas ve ingresar a su empleado, Manuel lo mira sin saber por dónde empezar, -- Lo siento señor, al parecer la señorita Dupont también estuvo en el bar anoche, incluso ella también subió al segundo nivel y al parecer creo sospechar que fue ella quien estuvo con usted en la habitación pri… -- Leonardo no lo deja terminar.
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