Si creía que Enzo se calmaría después de estar en casa me equivoque muchísimo. No solo se comporta frio, sino que me habla lo justos y me está volviendo loca. Aunque no me guste, debo dar gracias a Alonso por ayudarme, eso tampoco le sentó bien a mi marido. Cuando le pregunte como se había enterado me dijo que Alonso lo había llamada desde mi móvil cuando me ingresaron, el espero a Enzo antes de entregarles mis pertenencias y salir de allí sin decir nada. Ahora le debo una a Alonso y no sé cómo sentirme al respecto. Miro la hora en la mesa de noche y resoplo al ver que dan las tres de la mañana y Enzo no ha llegado del casino. En las últimas tres semanas Enzo ha trabajado mucho y está poco en casa, es como si me huyera y no es una sensación linda. De hecho, ya hemos discutido por eso. Bue