— No tienes que ir a la tienda — me dice por tercera vez Enzo mientras recojo mis cosas para salir de casa. — Es solo medio día cariño — digo mientras tomo una gabardina y la sobrilla para cubrirme de la lluvia que está cayendo. Estamos a principios de enero y el clima aun es frio. — Solo medio día Thara— me dice serio — Chao cielo — digo abriendo la puerta del departamento y le lazo un beso antes de salir. Bajo hasta el estacionamiento y subo a mi coche. Salgo del complejo departamental y me incorporo al tráfico. Enzo esta paranoico, desde que supo que estaba embarcada cree que soy de cristal y vive en constante preocupación. Las navidades fueron muy buenas, y la abuela pego un salto de alegría cuando le dije que estaba esperando un bebé. Chiara y Orazio nos visitaban más a menudo y