Cuando llegó el anochecer, Axel y Diego terminaron la jornada. Ambos se sentían desechos, sin embargo, durante todo ese tiempo el pelilargo estuvo acercándose a Bruno que durante esas seis horas que permanecieron trabajando, le había contado gran parte de su vida a ese hombre que apenas había visto, pero a pesar de eso él se sintió como si lo conociera de toda la vida. Su aroma paternal, junto con su aspecto le hacían sentir a gusto, algo muy parecido a cuando regresas a ese lugar donde en algún momento de tu vida te sentiste seguro, sin embargo, Bruno no recordaba haber tenido un lugar parecido antes, pero pese a eso, aquel extraño le daba esa sensación. Es por ese motivo que cuando ya todos los guardias estaban llamándolos para que regresaran al pick up que los llevaría a prisión, Bruno