Meridia alzaba su mirada para ver a ese alfa que estaba frente a ella. Habían transcurrido tres días desde la última vez que lo vio. En ese momento, ella se sentía culpable por lo que pasaba por su mente, ya que ese hombre lobo lo encontraba muy atractivo a la vista, a pesar que en ese instante olía terrible, esa ropa vieja que usaba se encontraba sucia, y su cabello largo lo traía amarrado en una terrible coleta. Obviando su aspecto deplorable, desde la perspectiva de la elfa aquel hombre lobo físicamente le atrajo bastante, sumando que ningún alfa hasta ahora la miraba de la forma en la que él lo hacía, quizás por eso era que ella se sentía así, «extraña» a su lado. Por otro lado, Axel veía embelesado a Meridia, deseaba acercarse, cargarla y besarla profundamente, llevársela de ahí y as