~*Presente*~
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Dejé el diario en la cama como si fuese un objeto radiactivo, mis manos temblaban y mis dedos estaban fríos, una vez más las palabras escritas en aquellas hojas me dejaban sin palabras. Me pasé las manos por el rostro una y otra vez sin poder creer que de verdad esos dos seres fuesen mis padres.
La mano en mi boca no evitaba que mis labios se sacudieran ni que las lágrimas amenazaran con salir, tenía vértigo nada más de recordar algunas de las líneas que había leído, Damien Lefevbre fue un hombre miserable en todos los sentidos en que había alcanzado a conocerlo y adentrarme en la perversidad de sus pensamientos me daban ganas de vomitar.
De niña siempre soñé con conocerlo, con poder tener un lazo… una verdadera relación con él y en el fondo siempre estuve resentida con
