—¿Nadine? —repitió la tía Irina apenas saliendo de su shock. Los mayores parecían ser los únicos que estaban preocupados por lo que estaba diciendo el tío Emmett, pero ninguno se veía tan contrariado como lo estaba ella, cuyo pecho subía y bajaba agitado y sus labios empezaban a temblar. Sentí lástima por ella, y al mismo tiempo me sentí culpable por lo que pasaba, era mi madre la que ponía a todos en peligro otra vez… por mi culpa, estaba segura que de no ser por mí, nada de eso estuviese pasando. Si yo no hubiese ido a buscarla, ella quizás hubiese seguido con su resentimiento hacia ellos, pero sin tener cómo llevar a cabo ninguna venganza… Yo había sido su medio conductor para el caos que quería causar. —Sí —siguió Emmett en tono cansado—. Edmond estuvo investigando y dio con el jove