Lo que provoca una foto.

1025 Words
Aproximadamente a las nueve de la mañana, el señor Parker llega a su oficina, se mostraba un poco agitado y además sus ojos estaban hinchados. Aunque no quería mirar a los ojos a Tefany, ella podía darse cuenta que él había llorado. —Tiene todos los documentos listos para ir al estrado— Dice Tefany con amabilidad. —De acuerdo, tengo que juzgar un caso muy difícil.. un hijo que es acusado del asesinato de su padre— Dice en voz alta. —Eso es terrible, espero que no lo haya hecho. Gerald toma su maletín, se dirige hacia la puerta cuando la voz de Tefany lo detiene. —¿Puedo esperarte hoy?, es decir, ¿Regresarás a la oficina?— Pregunta en un tono tímido. Sin voltearse, Gerald le responde. —Puedes marcharte, no regresaré. Gerald solía ser muy frío con todo el mundo, pero era más que evidente que con Tefany se mostraba más. Tefany aprovecha que puede marcharse de la oficina. Rápidamente toma un taxi que la lleva hasta el hospital del centro de la ciudad. Unos pocos minutos después, estaba en una de las habitaciones del hospital privadas, solo pocas personas podían entrar. Tefany tose acerca a la camilla, toma la mano de la mujer que yace en esa cama, y no puede evitar que sus lágrimas recorran sus mejillas. —Perdóname amiga, no sé cómo pasó, no se entiendo qué pasa con. Gerald. Te juro que no lo hubiese permitido. Lloraba ante su amiga que estaba conectada a unas máquinas que la mantenían viva. —Se que Gerald es prohibido para mí, pero no se lo que está pasando, pero lo voy a averiguar, sé que su corazón te pertenece. Tefany se sentía avergonzada a pesar de saber que su amiga estaba en coma, no importaba, ella sabía que estaba mal ser parte de la vida de Gerald. Jess y Tefany eran las mejores amigas desde la universidad, pero ahora todo se podría ver destruido por la relación confusa que llevaba con Gerald. Tefany regresó a la oficina, podía marcharse hasta su casa, pero prefirió regresar y organizar algunos documentos. Después que cayó la tardecita, Tefany se disponía a marcharse, cuando la detuvo Álvaro. —¿Ya te vas?— Le pregunta. —¡Si!— Se limita a responder. —Te invito a cenar, conozco un restaurante mexicano que te podría encantar— Dice con una sonrisa. —¡Ah!. Prefiero no molestar, seguro tienes cosas más importante que hacer. —Claro que tengo cosas importantes, tengo que cenar contigo. —¡Bueno.. siendo así, acepto!— Le respondió sin dudas. Álvaro y Tefany se marcharon juntos de la oficina. Un hermoso restaurante Mexicano esperaba por ellos , Álvaro había cumplido su palabra. Ambos cenaban comida mexicana mientras conversaban. En un momento inesperado, Álvaro saca su móvil del saco. Lo levanta sin que Tefany se dé cuenta que tan solo era para una fotografía que luego pocos minutos fue enviada. Álvaro no se tentó el corazón al enviar esa foto conjunta mensaje que decía. “La guerra por el amor de esta mujer apenas inicia”. Mensaje de Whatssap enviado a Gerald Parker. Tan solo unos pocos minutos después, Tefany recibe una llamada de Gerald. Sin embargo la ignora. —La cena estuvo fantástica, gracias— Le dice satisfecha. —Espero que se repita, necesito verte más seguido, eres una mujer encantadora. —No sé cómo puedes decir eso, a penas me conoces. —No tengo que tener tanto tiempo de conocerte para saber qué es así. Después de la cena, Álvaro llevó a Tefany hasta su casa, la acompañó incluso a la puerta. —Gracias por todo— Le dice Tefany una vez más. —Gracias a ti por aceptarme. Álvaro se acerca rápidamente a la mejilla de Tefany y la besa con calma. Después la mira a los ojos fijamente y le sonríe, la hace sentir en cierto punto sonrojada, no esperaba que él hiciera tal cosa. Álvaro se retira mientras que Tefany entra a su casa, tan tosido cierra la puerta, no puede evitar pasar su mano por su mejilla. No por el beso, sino para limpiarse aquel beso, por alguna extraña razón la había hecho sentir incómoda. Tefany se dirige hacia la cocina, se sirve un poco de agua y la toma. Cuando pensaba irse hasta su habitación, tocaba la puerta, piensa que su hermano pudo haber dejado su llave. Pero para su sorpresa no lo era, quien estaba ahí era alguien que no esperaba. Gerald entra a la casa sin ser invitado, pasa hasta la pequeña sala y mira a su alrededor. —¿Dónde está Álvaro?— Pregunta inquieto. —¿Álvaro?. ¿Por qué estaría aquí?— Le pregunta confundida. Gerald intenta calmarse, no puede demostrar interés en la situación. La toma de la mano, la lleva hasta su auto y la hace entrar allí. —¿Qué es lo que pasa ahora?— Le pregunta Tefany nerviosa. —No pasa nada.. solo quiero tener sexo contigo esta noche— Le responde sin sentir vergüenza. Tefany se sonroja por las palabras de Gerald, no esperaba que fuera tan directo. No sabía qué decir o cómo actuar ante ese momento tan vergonzoso para ella. —¡Estás loco Gerald!— Exclama entre los dientes. Sin responder, Gerald enciende el auto y se marcha. Poco menos de media hora llegan al hotel. La lleva por todo el pasillo tomándola de la mano, hasta entrar a la habitación. Tan rápido la puerta se cierra, Gerald la lleva hasta la pared, su mano estaba en su cuello apretándola levemente mientras la besaba apasionadamente. No dejaba que pudiera casi respirar, solo se limitaba a darle cortos chances para que lo hiciera. Esa noche decide llevarla hasta la ducha, el agua cae sobre ambos mientras Tefany se ve obligada a corresponder sus intensos besos. Con toda su ropa mojada, ella sabía que estaría en problemas para regresar a casa. Pero en ese momento después de sentir como Gerald se introducía en ella, lo olvidó por completo. Fingía que no le interesaba pero su cuerpo demostraba otra cosa.
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