Instalada en una habitación, sola, Empezó a llorar, no sabía cómo su vida había dado un cambio tan drástico.
No superaba que su amiga estuviera en coma por un intento de asesinato, y ahora estaba casada con el hombre que Jess amaba.
—Deja de llorar— Dijo Gerald repentinamente.
—¿Que harás con mi hermano?. Necesito buscar un abogado— Le cuestionaba mientras se limpiaba las lágrimas.
—No es necesario, estado le asignó uno. Por cierto, adelanté la audiencia para mañana, así que podrás ir a ver cómo tu hermano es sentenciado.
—¿Qué? Pero dijiste que si me casaba contigo no lo harías— Le reclamaba.
Gerald se deja caer en el sofá y comienza a reír en tonos de burla.
—Ha. Te acuestas con mi enemigo y quieres que ayude a tu hermano. ¿Qué tontería?— responde asombrado.
—Me casé contigo por mi hermano, ni por estar enamorada en secreto de ti lo hubiera hecho si no fuera por esa situación— Confesó sin medir sus palabras.
Gerald se levanta del sofá, esta un poco confuso pero no puede evitar que sus palabras le resonaran una y otra vez.
—¿Enamorada de mi?— Pregunta con calma e incredulidad.
—Yo no importo, lo que quiero es que dejes a mi hermano libre, cualquiera comete un error.
—Ja. Pero entonces tendría que perdonar a todo el que va ante mi.
Gerald no permitió que Tefany dijera una palabra más, sale de la habitación sin esperar respuestas.
Aquella noche, Tefany no pudo dormir, pensaba en su hermano y sobre todo en el daño que le había causado Álvaro.
La mañana siguiente, la despertar, Tefany se apresuró en ara tomar un taxi y llegar hasta la audiencia.
Toma asiento en silencio en un banco detrás de su hermano, solo asienta a tocarlo para que sepa que ella lo apoya.
Media hora después se dio inicio al juicio. Gerald lucía radiante y su rostro parecía ser de una persona justa.
Hugo pasa a declarar, está nervioso, no pensaba que llegaría a ese momento.
—¿Díganos por qué está aquí?— Pregunta abogado.
—Porque he robado en una joyería, tome dos relojes de oro y los vendí— Dijo avergonzado.
—¿Quiere decir que es culpable?— Pregunta una vez más.
—¡Si!— Dijo mientras bajaba su cabeza.
—El señor Hugo se ha declarado culpable, esperamos que su señoría tome eso en cuenta y pueda dar una condena mínima a mi cliente— Dijo el abogado sin perder tiempo.
Gerald se queda en silencio mirando sus documentos, se tomaba su tiempo para analizar el caso.
Tefany estaba tan nerviosa que no podía quitar su mirada sobre el, solo quería que pudiera cumplir con su palabra.
—El castigo máximo para Hugo sería de 10 años de presión. Sin embargo al no mentir y declararse culpable, serán reducidos a tres años y deberá pagar el costo de los relojes. 70,000 mil dólares antes de que finalicen sus tres años de prisión— Concluyó Gerald.
Rápidamente se levanta del estrado y se marcha sin mirar atrás. Mientras que Tefany se queda para abrazar a su hermano.
—Al menos no todo es malo, solo serán tres años— Decía esperanzada.
—Si, el juez fue muy generoso conmigo, además es tu esposo— Respondió.
—¿Cómo sabes que es mi esposo?.
—El estuvo conmigo antes de que empezara todo esto.
En ese momento, Tefany se dio cuenta que Gerald había cumplido su palabra, no había librado a su hermano del todo pero dio pena mínima.
Después de unos largos minutos se dirige hacia la oficina de Gerald. Tan pronto lo ve parado frente al escritorio se lanza y lo abraza.
—Gracias, sé que consideraste a mi hermano— Le dijo con lágrimas en sus ojos
—Aún debe pagar 70,000 mil dólares, pero ya los he pagado, lo que quiere decir que tú me debes ahora dinero, lo descontaré mensualmente de tu salario— Dijo con frialdad.
—Me parece justo que se haga así, creo que es lo mejor, gracias— Dijo una vez más.
Cuando Tefany se disponía a marcharse, la puerta de la oficina se abrió, Álvaro estaba frente a ellos.
Tefany intentaba ocultar que le aterraba estar frente a él después de lo sucedido.
—Gerald estoy aquí por mi cheque, ya he pasado a retirarlo pero quería despedirme de ti— Dijo sin dejar de mirar a Tefany.
—Ya me has visto, ahora márchate— Le ordenó Gerald.
—Por supuesto que me iré. Tefany te veo esta noche cariño.
Tefany levanta la mirada, no podía creer el cinismo de Álvaro.
—Tefany es ahora mi esposa, así que ya no se verán más— Dijo Gerald por ella.
Álvaro sale de la oficina riendo, sabe que había logrado mucho con lo que había hecho.
—¿Por qué estás tan nerviosa?. No iba a golpearlo otra vez— Dijo Gerald.
—No estoy nerviosa, estoy bien— Replicó antes de marcharse.
Después de una larga jornada de trabajo, Tefany salía de la oficina, en ese momento, se encuentra con Álvaro quien parecía esperarla.
—Así que te casaste con Gerald— Dijo repentinamente Álvaro.
—Si. Y más te vale que te mantengas lejos porque sino le diré lo que me hiciste y seguro que te refunde en la cárcel— Intentó defenderse.
—Ja, y ¿Crees que después de lo que vio va a creerte?.
Antes de que Tefany pudiera hablar, Gerald aparece y la toma de la mano, sin mediar una palabra hace que entre al coche.
En todo el camino hubo un silencio incómodo, Tefany estaba siendo torturada interiormente.
Al llegar a la mansión, Gerald la sigue hasta su habitación, e inmediatamente empieza a quitarse la ropa.
—¿Qué haces?— Pregunta con temor.
—Soy tu esposo y tú debes cumplir con tus deberes conyugales— Dijo al acercarse a ella de más.