Ls siguiente semana pasó volando, igual que los próximos dos meses. Navidad estaba a la vuelta de la esquina, igual de fría como todas las anteriores. Nuestros planes para navidad eran simples: ir a la esperada graduación de Winter y ayudar a Winter a mudar parte de sus cosas a París. Le prometí que buscaría una persona que se encargara de la empresa una par de semanas mientras nos acoplábamos, sin embargo, rechacé todas las propuestas que me llegaron. Ninguna persona era lo bastante buena para el cargo. O eran muy jóvenes, muy ancianos o sin la experiencia que les pedía para llevar el control de una empresa tan grande como esa y que se expandió más después de la expo. Teníamos nuevos socios, nuevas personas trabajando para nosotros y nuevas reformas dentro de la empresa. Y necesitaba una