El olor del café en las mañanas era simplemente maravilloso, se consideraba una verdadera adicta a él, el vaivén de las personas fuera de la cafetería era el mismo de siempre, sin embargo, y dejando escapar un largo suspiro, sabia bien que era inevitable, la relativa calma que había tenido durante tres años estaba a nada de terminarse, Hades y Alice le habían avisado que estaban de regreso, sin duda Zeus había logrado su objetivo de traerlos de vuelta, era normal, había visto el gran cambio de Hades desde aquella tragedia en invierno cuando disparo a su hermano mayor, si bien, seguía siendo el mismo y temido líder de Figlio Di Satana oculto bajo la fachada de un gentil médico, sabia bien que durante todo ese tiempo había esto peleando consigo mismo, las mil contradicciones que las acciones de Zeus dejaban a la vista, lo tenían demasiado confundido, no había perdonado aun lo que su hermano mayor le había hecho a Alice y a e el cuando se la llevo aprovechándose de la condición de la mujer para ello, pero al mismo tiempo, y por todo lo que la misma Alice Wright había explicado, se sentía terriblemente mal por jamás haber considerado los sentimientos de su hermano, el odia y el amor por Zeus lo mantenían en el borde de manera constante…era razonable, pasar de odiar prácticamente más de la mitad de tu vida a un hermano al que creías desalmado y traidor a luego descubrir que realmente todo ese tiempo había sufrido ocultando sus verdaderos sentimientos bajo una mascara ante todos, no debía ser fácil de comprender o digerir, Hades y Zeus eran hermanos, y la única verdad entre ellos era que ambos eran victimas de Krónos, aquel ser vil y despreciable que demasiado daño les había hecho andaba por la vida en completa libertad y calma…sus hijos, sin embargo, tenían toda su vida sufriendo en silencio o haciendo cosas terribles debido a los muchos traumas que llevaban consigo, ambos sufrían de la misma manera, ambos habían visto a su madre sufrir y morir, cuando ella supo la verdad de todo aquello lloro por ambos, ¿Cómo era posible aquello? Fácil, Krónos Dogaru tenia lo necesario para vivir una y mil vidas en completa impunidad, dinero, poder, prestigio…era un hombre poderoso y temible, realmente temible…ella simplemente sabía que no podría con lo mismo que ambos hermanos Dogaru llevaban demasiados años cargando.
Hacia mucho que no miraba a su familia, Jaqueline Coppola se había alejado luego de ser públicamente despreciada por su padre y abuelo por decidir ejercer una profesión en lugar de casarse con un privilegiado millonario para “honrar” a su familia…no había visto a su madre hacia años y la extrañaba, la vida para las personas de la alta sociedad no era tan sencilla como se suponía o como la pintaban en las novelas, por el contrario, nacer rodeado del lujo y el esplendor de una familia millonaria resultaba demasiado a menudo mas una condena que una bendición, muchas veces ni siquiera se podía elegir por si mismo la carrera a estudiar, la pareja con la cual casarse…la manera de llevar sus propias vidas…ella sin embargo, había reunido el valor de dejarlos a todos atrás con tal de cumplir sus verdaderos sueños, había nacido como la hija de una familia de médicos millonarios, apenas y había alcanzado la adolescencia y su abuelo, así como su padre, se habían embarcado en la búsqueda del marido perfecto para ella, ese, por supuesto, había resultado ser Zeus Dogaru, aunque su compromiso jamás llego a concretarse, sí que la habían ofrecido a Krónos Dogaru para ser la perfecta y hermosa esposa de su primogénito y heredero, aquel terrible hombre por supuesto que había aceptado, y todo parecía indicar que ella se casaría, sin embargo, se negó rotundamente a hacerlo desde el primero momento, se rehusó a ser una moneda de intercambio o una muñeca de porcelana sin voz propia sobre su vida, de ninguna manera, estudio y había trabajado demasiado duro para llegar a ser quien era, Hades la había impulsado en su deseo de independencia siempre y la ayudo a abrir su propio hospital, creía haber dejado aquel episodio de su vida atrás hasta aquel día en que le avisaron que Zeus había sobrevivido y ella decidió cuidarlo, resultaba gracioso e incluso demasiado irónico, haber terminado como la niñera y apoyo emocional del mismo hombre al que la habían destinado a casarse en su familia, una media sonrisa se dibujo en el hermoso rostro de la castaña de anteojos, aquella situación era en verdad para morirse de risa, sin embargo, no podía negar que en verdad le preocupaba ese hombre, Zeus no era un mal tipo, pero su psique estaba demasiado dañada…incluso mas que la de Hades.
Bebiendo de aquel café, la joven médica camino de regreso hasta su hospital que se hallaba a solo una calle de allí, se sentía mortificada de lo que pudiese ocurrir con el regreso de Alice a la vida de Zeus, sabia bien de la terrible obsesión que tenia su ex prometido por la esposa de su hermano, a veces la vida resultaba ser la broma más irónica de todas, de absolutamente todas, Zeus había conocido primero a aquella mujer y se había irremediablemente enamorado de ella, incluso podría decir, que Alice y Zeus harían la pareja perfecta, sus temperamentos eran de cierta manera similares, ambos, de dotes artísticos y de carácter serio, eran parecidos, era increíble que Alice al final, se hubiese enamorado de Hades, cuando era realmente poco congruente aquello, mientras que la violinista a la que había llegado a apreciar como una hermana era siempre seria, responsable y de carácter gentil, el mafioso líder de Figlio Di Satana era todo lo contrario, de carácter hosco, engreído y excéntrico, con una disposición natural al liderazgo y un genio permanentemente hostil, si bien sabia que Hades era también generoso y de noble corazón, no tenia mucho que ver con Alice, aquella pareja era la prueba palpable de los polos opuestos que se atraen que aun con sus diferentes temperamentos, estaban sin duda, hechos el uno para el otro, su amor era verdadero y había superado las mas duras pruebas para fortalecerse como ninguno…en verdad deseaba que Zeus pudiese entenderlo.
Llegando al hospital, una sonrisa irónica se dibujo en el hermoso rostro de Jaqueline, Zeus la estaba esperando en sus oficinas seguramente para contarle alguna de sus nuevas ideas dementes sobre el poque Alice debía amarlo a el en lugar de su hermano.
– Hola Jacky, veo que como siempre tu adicción a la cafeína te hizo comprar dos cafés…en verdad que no has cambiado en nada, tus hábitos siempre serán permanentemente los mismos – dijo Zeus con una sonrisa sincera.
Jaqueline sonrió en respuesta.
– En verdad eres el hombre mas cínico que he conocido, ¿Qué te hace pensar que estoy de humor para una charla contigo después de toda esa mierda que me dijiste hace unos días? No creas que ya me olvidé de lo que me has dicho – dijo Jaqueline aun sonriendo.
Zeus volvió a sonreír, en verdad a veces Jacky podía llegar a ser demasiado rencorosa, la había conocido cuando aun era una adolescente y su temperamento no era el mas deseable, aun así, era una mujer única, lo reconocía para si mismo, por supuesto, él la había ofendido hablándole del amor que el sabia, la joven médica aun tenia hacia Hades, como se lo dijo en esa ocasión, ella siempre vivía al pendiente de la felicidad de su hermano soñando con él y sabiendo bien que jamás la miraría como veía a Alice, Zeus no pudo evitarlo, el preguntarse una vez mas lo que hubiese sido si ambos se hubieran casado como sus familias deseaban, Jaqueline era hermosa, de eso no cabía ninguna duda, y su carácter permanentemente hostil volvería su vida una aventura cada día, ella era una persona volátil, de decisiones, pensamientos y deseos firmes, siempre había tenido en claro lo que quería hacer en su vida aun sabiendo bien las consecuencias que ello podría tráele, la habían exilado de su familia, no podía siquiera acercarse a ver a su madre y mucho menos hablar de recibir su herencia familiar…había sabido recientemente que su abuelo y padre habían tomado la decisión que dejar su parte de la herencia a un primo lejano…no le sorprendía, solía ser así en el mundo donde ambos habían nacido, sin embargo, a Jaqueline poco o nada parecía importarle aquello, ella era genuinamente feliz haciendo lo que había deseado hacer siempre y el, aunque no se lo dijera, la admiraba por ello, por tener el valor de oponerse a su familia, a su padre, aun sabiendo bien que las consecuencias serian terribles…ojala el hubiese hecho lo mismo antes, de ser así, quizás, ahora mismo seria el y no Hades, quien tuviese a Alice Wright entre sus brazos…mirando de nuevo a la hermosa médica de antojos, nuevamente el apuesto líder Dogaru sonrió…Jaqueline Coppola había sido el primer amor de su vida, realmente le habría gustado casarse con ella en aquel entonces cuando Alice aun no hacia su aparición en su vida, realmente quizás, habría sido muy feliz a su lado.
Su primer amor, Zeus recordaba aquellos sentimientos que enterró un día de graduación hace muchos años…Jaqueline y el no habían nacido para estar juntos…eso creía.