María Isabel le dio un sorbo a su bebida. —Bien, mamá. Tuvimos una conversación difícil, pero creo que entiende mi posición —respondió Mabel, tomando un sorbo de su café. Majo asintió lentamente, sus ojos estudiaban el rostro de su hija, buscando señales de estrés o preocupación. —Mabel, ¿de verdad confías tanto en Tommy como para desafiarlo todo? —preguntó con su voz llena de preocupación maternal. Mabel respiró hondo, tomando unos segundos antes de responder. —Confío en Thomas de la misma forma que tú confiaste en papá en el pasado —expresó con firmeza, sus ojos se encontraron con los de su madre. Majo se quedó en silencio por un momento, evaluando las palabras de su hija. Luego, asintió lentamente, reconociendo la determinación en los ojos de Mabel. —Espero que tengas razón, Ma