No pierdo tiempo y me lanzo en sus brazos atacando directo a su boca. Mike me recibe y acerca mi cuerpo mientras su lengua invade el interior de la mía. Siento que avanza, pero sé a dónde, solo me concentro en deleitarme en besar sus gruesos labios y disfrutar de la calidez que ellos desprenden. —¡Ahh! —jadeo al sentir mi espalda impactar contra la pared, tal cual como me lo acaba de decir. Entre besos me deshago de mi camiseta. Estoy sin brasier así que con tan solamente eso quedo expuesta ante él. —Creo que ambos terminaremos juntos en la terapia —dice con sus labios junto a los míos. Y cuanta razón tiene —No hables, por favor no lo hagas —con mi frente pegada a la suya le suplico con la respiración acelerada. No quiero pensar, porque si lo hago me detendré. —Entonces menos habla