A Frederick le costaba su nueva realidad, prácticamente no hablaba con Danielle, había regresado a trabajar de manera intermitente y lo hacía porque necesitaba distraerse con algo que no fuese ella, volvieron a dormir en habitaciones separadas y rogaba porque Carla lograra cumplir con su trabajo en menos tiempo del que estaba pidiendo. Estaba cansado y abrumado, no quería seguir así, no podía seguir ignorando que Danielle le hacía falta, necesitaba recuperarla y remediar la situación. —Lily, necesito que te lleves a la hermana de Danielle. —¿Para dónde? esa niña es insoportable —pregunto fastidiada. —¿De qué hablas? —pregunto extrañado. —Cuando esta frente a Danielle es todo amabilidad, pero cuando mi niña se va, da ordenes como si fuera la dueña y señora de esta casa. —¿Por que