Marco me alza por los muslos, para envolverlo con mis piernas por la cintura. Creo nunca haber hecho eso con alguien, porque nadie se la podía conmigo, pero con él, siento que soy una pluma. Sé que avanza, pero no sé a dónde, ya que seguimos besándonos con intensidad. Cuando nos detenemos, lo escucho cerrar una puerta y me deposita en el suelo, para tomar mi suéter y levantarlo para intentar quitármelo, así que le ayudo y levanto mis brazos. Ando con un sujetador deportivo, nada sexy, pero gruñe al mirarme de arriba abajo. Me empuja a la cama, por lo que doy un grito ahogado, mientras se quita la camiseta, dejándome ver esos abdominales que quiero recorrer con mi lengua, ahora ya. Se acerca una vez más a mi, para volver a besarme de forma urgente. Su tacto se siente caliente, muy calien