El auto se detuvo frente al hospital público, un edificio que, a pesar de su tamaño, parecía pequeño e inadecuado en comparación con los hospitales privados a los que Patrick estaba acostumbrado. La entrada estaba llena de personas que esperaban ser atendidas, y el ambiente era caótico, muy diferente al controlado y ordenado mundo de Patrick. Cuando salió del vehículo, Patrick no pudo evitar fruncir el ceño. El lugar le resultaba extraño y desagradable, pero su mente estaba demasiado ocupada pensando en Zoe como para preocuparse por eso. Apenas se apoyó en Magnus para caminar, tratando de ignorar el dolor persistente en cierta parte de su cuerpo. —Ve a buscar información sobre Zoe —ordenó, con su voz firme, aunque más baja de lo habitual, mientras se dirigía con pasos lentos hacia la ent