Esas palabras se grabaron en la mente de Patrick. Y aunque Logan intentaba enseñarle a defenderse, a no dejarse pisotear, él las interpretó de la manera más extrema. Desde ese momento, comenzó a endurecer su corazón, a cerrar todas las puertas a las emociones. Aprendió a buscar comida en la basura, a pelear para proteger lo poco que tenía, y a desconfiar de todos, incluso de aquellos que parecían querer ayudarlo. La vida en las calles lo cambió para siempre. Magnus, que en aquel entonces solo era Logan, fue su único amigo, su único compañero en esa vida llena de peligros y miseria. Sin embargo, la dureza que adoptó para sobrevivir se convirtió en una barrera que lo separó de cualquier forma de afecto o empatía. Se prometió a sí mismo que jamás volvería a ser débil, y esa promesa fue tanto