Magnus observó cómo Patrick abandonaba el hospital con una expresión sombría y llena de determinación. Conocía bien a su jefe y sabía que algo había cambiado en cuestión de segundos. Ese súbito cambio de actitud, esa furia apenas contenida, era un signo claro de que algo grave estaba en juego. Violeta, quien estaba saboreando su dona y disfrutando de su café, no pudo evitar notar la tensión en el aire. Al ver la reacción de Patrick, levantó la vista y luego miró a Magnus, con la curiosidad pintada en su rostro. —¿Qué le pasó? —preguntó, con un tono de preocupación mientras seguía la figura de Patrick con la mirada—. De repente parecía... muy molesto. ¿Qué relación tiene con Zoe? Magnus, imperturbable como siempre, apenas mostró una ligera mueca de concentración. Su expresión era tan imp