Durante los dos días siguientes en los que Zoe permaneció hospitalizada, Violeta asumió la responsabilidad de presentarle los casos más urgentes que requerían atención en la fundación. Uno de los más preocupantes involucraba a una joven madre que había escapado de una relación abusiva junto a su hijo de tres años. La mujer había llegado al refugio en un estado de profunda angustia, temiendo por la seguridad de ambos. Violeta se encargó de mantener a Zoe informada de cada detalle, mientras juntas buscaban la mejor manera de encontrarle un refugio seguro y ofrecerle el apoyo legal necesario. —Es crucial que contactemos a las autoridades para asegurar que su expareja no pueda acercarse a ella ni a su hijo —comentó Zoe mientras revisaba los documentos que Violeta le había llevado. —Ya estamo