Lady Beatriz siempre se había caracterizado por tener un sueño bastante pesado. Cuando la joven alfa se quedaba dormida resultaba muy difícil despertarla, aunque se estuviera desencadenando una batalla afuera, la pelinegra ni siquiera se movía en su cama, es por esa razón que ella no escuchó los gritos de Karl cuando su padre lo torturaba con el hechizo de su marca de esclavo. En ese instante ella dormía con una doncella que, si logró escuchar aquellos quejidos lejanos, pero no se levantó de la cama porque asumía que lord Hunt estaba haciendo de la suyas con ese muchacho híbrido que siempre le colmaba la paciencia a su señor. De esa manera, cuando todo quedó en silencio, la doncella se levantó de la cama porque oyó muchas voces afuera. Al principio no les prestó atención hasta que escuchó