Karl era todo un experto cuando se trataba de peleas cuerpo a cuerpo, no tenía una técnica en específico, pero era lo mejor que sabía hacer desde que era un niño y vivía prácticamente en las calles. En la cárcel lo golpeaban todo el tiempo, pero en la mayoría de las ocasiones lo amarraban, sin embargo, cuando lo soltaban, ahí la suerte cambiaba a su favor. Aquellos guardias humanos de la prisión del quinto reino eran entrenados para pelear, lograban tener la fuerza de un lobo beta, pero pese a eso, Karl descubrió el verdadero dolor de un golpe con lord Hunt, aunque gracias a él le ayudó a comparar la diferencia entre un humano y un licántropo.
«No puedo dejar que me golpee en el rostro, si lo hace me dejará inconsciente y ganará... no quiero que gane este maldito engreído» piensa Karl lan
