—¡Esperen, esperen un momento! —esa era la voz de Karl deteniendo a Leah y a su hermano que lo habían llevado corriendo a una parte del rio que pasaba por el palacio.
En esa área había una cascada pequeña y ahí era donde algunas doncellas de vez en cuando iban a lavar ropa y en el pasado los siervos iban con tinajas a buscar agua para las tinas o para el consumo del palacio real. Eso fue antes de que el rey Arthur remodelara el palacio colocándole una moderna red de tuberías, y en la actualidad ya no era necesario buscar agua de forma manual, así que esa parte del rio quedó prácticamente sola, casi nadie iba por ese lugar.
—¿Qué ocurre, Karl? —pregunta Noah quitándose sus zapatos y su camisón de color marrón —vinimos aquí para que te dieras un baño, y para celebrar tu victoria con el prí
