Narra Faith:
El despertador me saca de un sueño profundo y, justo como me ha pasado la última semana de mi vida, me levanto de la cama desorientada, todavía sin acostumbrarme a mi nueva residencia. Cuando estaba en el hotel, era más llevadero porque al despertarme y ver el mar frente a mí, fácilmente caía en cuenta, pero ahora en una habitación totalmente a oscuras, casi me da un ataque de pánico, pero cuando veo a mi marido descansando a mi lado, los recuerdos de mi nueva vida me golpean de una vez. De inmediato, apago la alarma y tomo unos segundos para contemplarlo. Sonrío porque se ve tan calmado cuando duerme, que me da hasta pena irrumpir su sueño. Sin embargo, tengo cosas que hacer y una vida que retomar y creo que va siendo hora de que ponga en ello.
Todavía no he visto la casa
