El mismo día
New York
Christopher
No entiendo porque me siguen diciendo que soy imbécil solo por ser sincero, en ningún momento engaño a las chicas para llevarlas a la cama como lo hacen muchos hombres, siempre saben que solo nos divertimos, además a estas alturas yo siento que muchas veces me utilizan, además soy demasiado joven para tener una relación formal, incluso miro el espejo de mis padres, de mis hermanos mayores y pienso que jamás podría encontrar a alguien que me ame por lo que soy sin querer cambiarme, es un poco difícil, creo que hasta imposible o por último pienso en las palabras que me dijo alguna vez mi hermano Lanci, te vas a enamorar sin darte cuenta, yo todavía sigo esperando sentir ese cosquilleo, esa corriente eléctrica que todos dicen que tienes cuando conoces al amor de tu vida, pero mientras tanto disfruto de mi soltería.
Por otra parte, ahora estoy escabulléndome de mis amigos intentando bajar las escaleras sin ser visto, hasta que la voz de Scott me sorprende.
–¡Christopher! ¿A dónde vas? Es muy temprano para huir, además ¿Qué pasó con Jenna?
–Scott tengo que irme para no tener problemas con mi padre, y sobre Jenna ¡Eh…!
–No pudiste con ella, ¿Verdad?, aunque no entiendo, subieron a la habitación de Lindsay, incluso tardaste un rato.
–Scott ahora no tengo tiempo de contarte nada, pero esto apenas empieza, por lo mismo necesito el numero del celular y la dirección de Jenna, mejor quiero saber su rutina, encárgate de averiguarlo– le afirmo mientras me alejo.
–Amigo me debes 100 dólares– grita Scott recordándome que perdí la apuesta.
Un rato después
Todo el trayecto en la motocicleta vine sorteando los controles de las patrullas, porque estuve bebiendo alcohol y lo que menos quería era terminar mi noche en la cárcel, pero tuve suerte llegué a la casa sano y salvo, claro que ahora falta lo peor, mis padres, es así que ahora estoy dejando la motocicleta en la cochera, hasta que decido ingresar por la puerta posterior de la casa mirando a todos lados para correr a las escaleras, en tanto siento que me tocan el hombro y en este instante me quedo congelado sabiendo que me espera un sermón, hasta que me susurran.
–Tranquilo Christopher, nuestros padres están concentrados en su charla y no se han dado cuenta que llegaste, sube a tu habitación que te cubro las espaldas– me afirma Patrick mientras vuelve el alma a mi cuerpo.
–Pequeño rufián no me vuelvas a asustar de esa manera, pero ¿Seguro que mis padres no han notado que llegué?
–Te estoy diciendo que no, confía un poco en mí, apúrate y muestra un poco de agradecimiento por ayudarte.
Al día siguiente
Toda la noche me quedé pensando la forma de llevar a la cama a una chica como Jenna, claro que esto apenas comienza, porque no voy a permitir ser la burla de la facultad, además que me encantan los retos, todavía no ha nacido la mujer que se niegue a estar en mis brazos, en fin, ahora siento los rayos del sol en mi rostro haciéndome abrir los ojos, incluso en un parpadeo escucho la voz de mi padre, levanto mi mirada buscándolo hasta que me percato que está sentado en la silla de mi escritorio con los brazos cruzados meditando.
–Buenos días hijo, hablemos un momento.
–Buenos días papá, te escucho– le aseguro sabiendo que me espera un largo sermón claro que prefiero hablar con él que con mi mamá.
–Christopher desde que eras un bebé siempre fuiste un remolino, yo todo el tiempo buscaba la forma de protegerte, claro que te gustaba meterte en problemas, hasta la fecha, aunque en parte es mi culpa por consentirte demasiado, pero ahora te has convertido en un hombre, dejaste de ser un niño, lo ideal sería que madures, que estés consciente que todo lo que haces tiene una consecuencia, ¿Me entiendes?
–Papá estoy siendo responsable, estoy terminando mis estudios, voy a trabajar a la empresa en las tardes, además yo terminé pagando los platos rotos cuando Lanci se marchó, desde ese día me hice cargo de muchas cosas, de la noche a la mañana me convertí en el hijo mayor, incluso ahora Emma me ha abandonado para cumplir su sueño, no me pidas más.
–Lo sé hijo, te agradezco que en todo lo alocado que eres puedo confiar en ti, pero siento que te falta madurar, incluso anoche lo demostraste al conducir la motocicleta de tu hermano.
–Papá lo siento, pero el auto estaba fallando y no tenía transporte para irme a la fiesta.
–Me lo dijo tu hermana, ya le dije a Joe que llevé el auto al taller mecánico para que lo revisen, pero puedes usar mi auto.
–Papá ¿Puedo preguntarte algo? ¿Cómo conquistaste a mi mamá con la fama de mujeriego que tenías?
–Hijo ¿Por qué esa curiosidad tan repentina? ¿Tendrá que ver con una chica?
–Solo es curiosidad, además que quiero que las chicas me dejen de ver como un mujeriego, ninguna me toma en serio– le miento.
–En primer lugar, cuando conocí a tu madre lo único que quería era llevarla a la cama, claro que ella nunca fue como las otras mujeres, siempre me rechazaba, le enviaba regalos, era bastante difícil, claro que me portaba como un imbécil queriéndola deslumbrar, pero me terminé enamorando como un tonto sin darme cuenta, así fue que me interesé por conocerla, por saber todo de ella, cambié mi actitud con tu madre, me saque esa coraza que tenía mostrándome tal cual era, no me arrepiento de haberlo hecho, porque la amo con mi vida.
–¿Así de fácil conquistaste a mamá? Dejaste de ser un imbécil en una sola palabra.
–¡No fue nada fácil! Tuve que abrirle mi corazón, incluso casi la pierdo cuando pensé que comenzábamos nuestra relación, hijo lo mejor que puedes hacer es no involucrarte con cualquier chica solo por llevarla a la cama, si te interesa una mujer en realidad, conócela y verás que todo cambiará.
–¡Entiendo papá! Gracias por tus consejos, de verdad aprecio esta charla que hemos tenido.
–Christopher hazme un favor ve por Kari a la casa de su amiga Nathalie, porque el auto de ella también se averió.
Jenna
Anoche quise disfrutar la velada después del mal rato que el imbécil de Christopher me hizo pasar, claro que tuve que someterme al interrogatorio de las chicas, pero lo pude sobrellevar de la mejor forma, claro que este idiota me dejó pensando en él sin darme cuenta, aunque ahora me preocupan otras cosas, como soportar en unos días a mi madre.
En fin, ahora me desenredo de las sábanas para levantarme y buscar unas aspirinas para el terrible dolor de cabeza que tengo, hasta que escucho el sonido del celular, enseguida camino hasta la mesita de noche viendo la pantalla mientras sigue timbrando el aparato y sin muchas ganas contesto al ver que se trata de mi madre.
–Hola mamá ¡Estoy bien!, todavía sigo viva– le afirmo sarcástica.
–Hola hija solo quiero saber que te encuentras bien y no has vuelto a tener otra de tus crisis, además comunicarme contigo todos los días fue una de las condiciones para dejarte ir a New York, ¿Lo recuerdas?
–Por supuesto que lo recuerdo, si todos los días me lo repites, ¿Por qué ahora quieres intentar reparar nuestra relación? Tantas veces busque la forma de acercarme a ti, pero lo único que me repetías era que no tenías tiempo, que deje de causarte problemas, incluso me comparabas con mis hermanos Fred y Leonard, pues lo siento por no ser la hija que esperabas.
–Jenna no digas tal cosa, pero tú no haces las cosas fáciles, además desde que te involucraste con ese hombre tú cambiaste, incluso ese desgraciado casi te arruina la vida.
–Dominik no es un desgraciado es alguien que me ayudó cuando me sentía sola, siempre me cuidó incluso de él.
–Hija te recuerdo que casi vas a la cárcel por culpa de tu noviecito, lo que nos costó que anularan los cargos en contra tuya, además ese hombre es una pésima influencia para ti y lo sabes.
–Mamá si no tienes nada más que decirme, te dejo, mañana hablamos.
–Espera Jenna, adelantamos el viaje con tu padre, pasado mañana estamos en New York, además que tenemos un tema pendiente del que tenemos que hablar.
¡Diablos! Falta que vuelva con la loca idea del psicólogo o peor que convenza a mi padre de que no estoy curada, me tocará ser una hija modelo y no andar en fiestas, además de no sucumbir a mis vicios.