El mismo día
New York
Christopher
Me intriga está actitud de chica rebelde de Jenna, aunque no sé si es para desafiarme o porque tiene un pasado tormentoso, ¿Cuál será el motivo? Porque yo en todo lo alocado, impulsivo que soy tengo mis límites, claro que tengo unos padres que son mi ejemplo, no hay pareja como ellos, siempre cuidándonos, protegiéndonos, orientándonos, además de los valores que nos han enseñado, en fin, ahora solo quiero dar un paso a la vez con tal de conseguir lo que deseo, acostarme con Jenna, además debo sacar provecho de la ventaja que tengo ahora que estamos en el restaurante esperando nuestro pedido.
–Jenna por un minuto pensé que me llevarías a cualquier otro lugar menos a un campo de tiro, incluso no comprendo el atractivo que tiene disparar un arma.
–A Christopher Mckeson no le gustan las armas por lo que veo, ¿Hay algún motivo en especial? ¿Dónde quedó el chico rebelde?
–¡¿Rebelde?! No sé si es la palabra correcta que me defina, más bien soy como la oveja negra de la familia, porque mis hermanos son más centrados, aunque tienes razón, no me gustan las armas, creo que tiene que ver con todo el pasado que envolvió a mis padres, claro que ellos nunca quieren hablar del tema, pero tengo vagos recuerdos de esa época, guardaespaldas todo el tiempo con nosotros siendo como nuestras sombras, mi propio padre armado, para mi es un motivo suficiente de no querer tener un arma en la mano, porque representa una etapa complicada, difícil del pasado, y ¿Cuál es tu historia?
–Christopher te equivocas no siempre tiene que haber un motivo oculto, una historia, para mí tener un arma en la mano es señal de sentirme distante de todo lo que debo ser, es como estar en el borde del precipicio contemplando todo, es sentir esa adrenalina que te corre por todo tu cuerpo liberando todo lo negativo.
–Jenna no creo que no haya una historia en esa adicción por las armas, todo tiene un comienzo más allá de la sensación de sentirte libre, porque de la noche a la mañana nadie en su sano juicio sujeta un revolver, pero si no quieres contármelo está bien.
–¿Adicción? Que término tan peculiar elegiste, solo que tú tengas alguna, un lado oscuro, ¿Lo hay?
–¡¿Lado oscuro?! Tal vez, te tocará averiguarlo, por lo pronto…
–Disculpen su pedido está listo, hamburguesas con papas para la señorita y para el joven su ensalada, permiso, cualquier cosa que necesitan háganme saber– nos interrumpe el mesero mientras nos sirve nuestros platos, para después retirarse.
–Christopher ¿Vas a comer solo esa ensalada? Pensé que tenías hambre.
–Solo cuido mi alimentación, además voy al gimnasio y no puedo hacer lo que tú haces comiendo cualquier cosa, incluso no entiendo como quemas todas esas calorías, pero te aseguro que te puedo ayudar a deshacerte de todas las calorías que tengas, solo pídelo– le explico mientras la miro con malicia.
–Creo que tengo una leve idea de lo que me propones y no me interesa tu ayuda–me afirma mientras se dibuja una mueca en su rostro.
Jenna
Este imbécil me descontrola, un minuto es alguien con quien se puede hablar, pero después cambia, solo pensando en sexo como ahora, que no sé cómo se las ingenió para proponerme sutilmente que nos acostemos, claro que no voy a negar que no es como los otros chicos que hablan de sus logros, de su fortuna, Christopher es diferente, incluso diría que si cambiará su pose de chico malo tal vez me agradaría, aunque aún estoy pensando que tan provechosa sería una relación con él, ¿Mi madre enloquecería? Incluso ahora vienen a mi mente los recuerdos de aquel día que me dio por jugar a la detective.
Cinco meses antes
Hoy decidí no ir a la universidad diciendo que me sentía indispuesta con un terrible resfriado, claro que ahora solo espero que todos se marchen de la casa, hasta que vuelve a ingresar a mi habitación mi madre pidiéndome que me repose, en tanto se acerca a mi lado mientras estoy acostada en mi cama para darme un beso en la mejilla despidiéndose y tras unos minutos que parecen eternos dejó la cama mientras abro la puerta viendo a todos lados, confirmando que solo están las chicas de la limpieza, así llego al estudio donde me encierro para buscar en los cajones del escritorio alguna cosa que confirme mis sospechas, ¿Dónde diablos habrá puesto los documentos de Liam mi madre? Pregunta mi interior hasta que miro el escritorio con detenimiento, fijándome que hay un cenicero con unas llaves, las pruebo en cada cerradura de los cajones revisando todos los documentos que hay en su interior, hasta que encuentro lo que quería, agarro la silla que hay en el lugar para sentarme y empiezo a revisar la carpeta encontrando unas fotos de Liam, el historial clínico de mi hermano, incluso unos cheques girados por un hombre llamado Michael Davis, pero también encuentro el acta de nacimiento de Liam, dándome cuenta que el padre es un Michael Bennedict, incluso dentro del acta hay una foto de mi madre muy joven sosteniendo un bebé en compañía de un hombre, así empiezo a guardar todo hasta que se me resbala del sobre otra foto muy pequeña de un hombre diferente con una dedicatoria, ¨Nena, gracias por ser mi novia, te amo, no lo olvides L.M.¨ ¡¿LM?! Se parece al hombre de la televisión, diría que son idénticos, y mi hermano se parece mucho a este sujeto de la foto, Liam era un Mckeson, no un Benedict, ¿Por qué le cambiaron el apellido? ¿Qué sucedió?
Así fue, que me fui obsesionando queriendo conocer cada detalle, cada cosa sobre quien era el padre de Liam, me interesaba más saber del pasado de mi madre, su historia con ese hombre, pero ahora quiero seguir jugando con Christopher Mckeson, así decido que es hora de tomar el control de la situación.
–Christopher tengo que marcharme, pero ha sido una tarde diferente no puedo negarlo, nos vemos– le explico mientras me levanto.
–¡Espera Jenna! p**o la cuenta y nos vamos juntos, además está oscureciendo y no puedes andar sola.
–Christopher no creo que te interese ser mi chofer, ahórrate el mal rato, además no necesito que me cuides, puedo sola.
–Intenté ser un caballero, pero si prefieres marcharte sola, no te lo voy a impedir, además recordé que es sábado, tengo una salida con mis amigos, claro que si quieres podrías divertirte con nosotros, tú decides estar sola en tu departamento o conmigo– me explica con ironía.
–¡Eres un imbécil!, No hay manera de ser amable contigo, adiós– le afirmo furiosa.
Christopher
De la noche a la mañana no voy a sacarme el escudo que tengo siendo un imbécil, además con Jenna hay que usar todos los recursos que conozco, porque ella no me pone las cosas fáciles, claro que tampoco espero que cambie su actitud conmigo tan rápido, en fin, ahora pienso, ¿Qué hago un sábado solo? Si no tengo ninguna salida con mis amigos, porque todos tienen novias y no quiero ser un mal tercio, me tocará ir a la casa y ver que se me ocurre para no aburrirme.
Un rato después
Apenas llego a mi casa, estaciono el auto a un costado de la entrada, porque el auto de mi hermana Emma me impide guardarlo en la cochera sabiendo que está de visita con mi sobrina Alessia, y su esposo, es así que uso mi llave para entrar en la casa viendo a mi hermana con su hija apenas estoy en el interior.
–Buenas noches Emma, me alegra verte y sobre todo a está princesita– le afirmo a mi hermana saludándola con un beso en la mejilla, mientras alzo en brazos a Alessia.
–Hola Christopher vine a saludar a todos, porque últimamente he sentido que los tengo abandonados por los entrenamientos, incluso sé que tú eres el más afectado por mi ausencia en la empresa.
–Emma no te preocupes, entiendo la situación ahora necesitas concentrarte en ganar las olimpiadas, además lo importante es que estás aquí, con esta bella princesa, cada día está más hermosa Alessia.
–Hola hijo llegaste en buen momento, ¿Te quedas a cenar con la familia?
–Papá aprovechemos que nuestra jinete favorita está en casa, me quedo a cenar– le aseguro.
Un rato después
Me encanta tener estás reuniones un poco imprevistas con mi familia, claro que falta mi hermano Lanci con su familia, pero al menos Emma está aquí con Dylan y Alessia, pero ahora solo disfruto estar charlando con mi hermana mayor, mientras mi papá se ocupa de la parrilla con la ayuda de Patrick, en tanto mi madre tiene a su nieta en sus brazos charlando con Dylan de la empresa, claro que Kari siempre esta con su amiga Nathalie, en realidad son inseparables, pero en un segundo me quedo callado ante el comentario de Emma.
–Christopher te comió la lengua el ratón, tan descabellada no es mi idea, incluso es bastante coherente.
–¡Emma estás loca!, Ni siquiera sé de dónde sacaste esa idea.
–Hermanito no es una locura, es lo más racional que te he dicho, además mírala, Nathalie ha crecido, se convirtió en una mujer y se muere por ti, ¡Ciego!
–Emma estás equivocada, además a mí no me interesa involucrarme con ninguna mujer, lo sabes, mucho menos con una niña.
–Yo solo te digo lo que veo y la amiga de Kari se muere por ti, además hablando de nuestra hermanita ¿Sabes el nombre de su novio?
–Emma ¿Por qué me preguntas a mí? Yo ni siquiera sabía que Kari tenía novio.
–Christopher el hecho que no viva aquí, no significa que no sepa todo lo que pasa aquí, además tú eres demasiado observador y sabes todo lo que hacen nuestros hermanos, así que deja de guardarle el secreto a Kari y ¿Dime quién es el muchacho?
–No quiero tener líos con Kari, pero te aseguro que pronto lo sabrás.
Todo lo que me asegura Emma me deja sin palabras, porque para mí Nathalie es solo la mejor amiga de Kari, alguien que conozco desde que somos niños y no puedo verla con ojos de hombre, además yo soy un sinvergüenza como diría Kari y nunca me acercaría a ella sabiendo que la lastimaría.