Al salir de la comisaría, no me decido si ir a trabajar o no. Es sábado, por lo que podría ausentarme sin problemas, dado que el horario generalmente es de lunes a viernes y estoy seguro de que el lugar estará desolado. Helen ni loca asistiría un sábado a trabajar, aunque le pagara mil dólares más y ella es quien me guía en lo que debo hacer. Por otro lado, todos los pendientes que tengo, pueden esperar al lunes. Sin embargo, mi vida es bastante solitaria. No tengo hermanos, mis abuelos murieron y mi madre también. No soy de los que hace amigos con facilidad, por lo que cuento solo con los compañeros de trabajo, a quienes tolero por obligación. Podría decir que mi vida ha sido bastante predecible durante mucho tiempo. Tenía una especie de rutina que cumplía sin fallar: trabajo, casa,