★ Rachel Cuando llegué a la universidad, dejé atrás los gritos de Melody en casa, perdidos en la distancia. Me sentía empoderada, como si controlara cada paso, aunque mis ojos no vieran el camino. En mis manos llevaba una charola con dos vasos: uno de café y otro de chocolate caliente. El director me recibió. No lo vi, claro, pero reconocí su voz. Aunque no era él quien me interesaba. —Detective Simón Taylor, buenos días —dije con calma, extendiendo uno de los vasos hacia donde intuía que estaba él. —¿Qué significa esto? —preguntó el director, desconcertado. El vaso quedó suspendido en el aire unos segundos, hasta que finalmente lo retiraron de mi mano. Sonreí, sabiendo que había logrado captar su atención. —Rachel Santillan —la voz del detective era tan fría como esperaba. —Sí. Com