**Narra Chad Weatherly** Desde que dejé a Charlotte en su casa, no pude quedarme tranquilo, en definitiva no podía. La ansiedad se había apoderado de mi y ni cuenta me había dado porque ella no salía de mi mente. «¿Como estará al despertar? ¿Me recordará? ¿Y si me recuerda, como se volvería nuestra relación? ¿Y si se cae de la cama? Estaba muy ebria...» Ni siquiera pude dormir, estaba tan inquieto que el que terminó cayendo de la cama fui yo. Al menos Griffin no se dió cuenta porque cuando dormía era como si entrara en coma, porque nada parecía despertarlo, y no estoy exagerando. Hasta que llegué a un punto en el que me decidí en no pensar más y solo dormirme, pero mi mente estaba tan activa que se me hacía imposible pegar el ojo. Y más cuando recordaba que ella decia... "Huele rico"