Tres años después. —Esta noche no puedo, Simon ha ido a un cumpleaños y ha comido algo que le cayó mal, no se siente muy bien. —Era nuestra noche, Kate. ¿Que hay de Nick? —aparcó el coche y quitó el altavoz del celular. —Puede encargarse el, no es tan grave. —Lo siento Ashley, quiero estar con mi bebé, mañana te lo compenso. —No, yo lo siento. Tienes toda la razón, Simon es mucho más importante. Habrán más días para hablar. —¿Tenias algo muy importante que decirme? —No, solo muchas ganas de verte. Casi no nos vemos. —sacó las llaves del bolso cuando estuvo frente a la puerta de su casa, la introdujo y abrió.—Espero que Simon se encuentre mejor, hasta mañana. Encendió las luces nada más entrar, se sentó en el sillón y se quitó los molestos tacones, se desabrochó el pantalón y s