Capítulo 1
—Disculpe, disculpe por favor alguien que nos atienda. Me parece algo borde que justo acaba de morir la esposa de mi hermano y quieran interrogarlo. — Clark intentaba hablar con un oficial pero todos parecían ignorarlo. —Mi hermano no entrará ahí sin un abogado. Esto debe ser una broma.
—Siempre puede negarse, si quieren esperar a su abogado no hay ningún problema.- Le contestó alguien al fin.- De lo contrario pase a esta sala señor Matthew. Es algo rutinario.
—No te preocupes, Clark. Serán algunas preguntas rutinarias. —entró a la sala arrastrando los pies. Había dos sillas y una mesa de por medio.
—Siéntese. Solo serán unas sencillas preguntas. —el oficial también se sentó y empezó a escribir en un pequeño cuaderno que había sobre la mesa. - Lamento conocerlo bajo estas condiciones. Mi nombre es Sargento Andres Filipe Boyer, solo queremos saber unas cuantas cosas sobre la joven, que tal vez solo podría responder usted. Ha sido identificada por usted pero aún así hay que hacer las pruebas pertinentes para verificar que sea ella. ¿Tiene usted el contacto de algún familiar? Sus padres o hermanos, debemos hacerle saber a la familia.
—Si,tengo el contacto de su padre.
—Perfecto. Empezamos con las preguntas. ¿Vivían usted y ella juntos?
—Recién llegábamos al país de nuestra luna de miel. Nos quedamos en casa de mi padre para luego salir hoy a comprar una casa. Teníamos muchos planes…
—Lo lamento mucho. ¿Cuando fue la última vez que la vio?
—Anoche. Alrededor de las ocho de la noche. Bajé de la habitación hablar con mi hermano y mi padre, cuando regresé ella ya no estaba.
—¿Alguien más la vio después de usted?
—Si, nuestro chofer la llevó anoche a su casa, fui hasta allí pero no estaba. No la volví a ver.
—¿Por qué asegura usted que esa podría ser Helen? ¿Por las pertenencias o tiene otra forma de identificarla? El rostro no se le ve a la perfección.
—No lo aseguro. Lleva la misma ropa, es bastante parecida pero Helen no traía ningún anillo, su complexión es bastante parecida, pero tengo mis dudas.
—¿No decía usted que estaban casados? —preguntó con dudas el sargento.
—Pero aún no comprábamos los anillos.—contestó Lucas secando sus lágrimas. —Todo era muy reciente.
—Antes logre oír que la joven estaba embarazada, ¿cuantos meses tenía de embarazo?
—Unos tres meses aproximado.
—¿Entiende usted que se le debe practicar una autopsia?
—Lo entiendo.
—Otra cosa, ¿conoce o sabe de alguien que querría lastimar a Helen? Esto podría tratarse de un asesinato. —Lucas pensó definitivamente en su padre pero en ese momento ellos estaban juntos, no podría haber sido el.
—No. No se me ocurre nadie. — respondió.
—¿Cual es el nombre del chofer? Esa podría ser la última persona que la vio con vida.
—Joseph Farrell .
—Eso es todo, lo mantendremos informado sobre cualquier información adicional, esta es mi tarjeta por si tiene alguna duda o cualquier otra información que nos pueda servir.
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La madrugada de la noche anterior...
Se removía en la cama inquieto, sabía lo que había hecho, se lamentaba por aquello pero si no lo hacía podía acabar igual que Helen. Tenía meses sirviendo de espía para Richard por lo que ya sabía que estaban casados, que ella estaba embarazada y la ubicación exacta de donde se estaban alojando cuando estaban fuera del país. Lo que no supo fue donde fueron a la luna de miel. La paga era muy buena, sabía en lo que se estaba metiendo pero nunca pensó que llegarían tan lejos. La confianza que le había dado Lucas la había echado a la basura, y eso no era más de lo que él era, una basura. Esa noche no podría conciliar el sueño.
3: 22 a.m.
Se levantó de la cama y tomó una chaqueta, las llaves del coche y su arma. Salió lo más silencioso posible de la casa, rumbo a donde había dejado a Helen.
—Tal vez aún esté viva y pueda hacer algo por ella.—se decía a sí mismo para aliviar la culpa. — condujo a gran velocidad hasta que llegó allí. Verificó que no había ningún coche y fue hasta la puerta, la cual estaba cerrada con un candado. La pateó varias veces para ver si cedía, pero nada. Decidido, sacó el arma y le pegó un tiro al candado, éste cayó al suelo abriéndole paso en el interior del lugar. Al fondo había una caja de madera donde podía ver la silueta de alguien.
Helen yacía tendida desnuda, tal vez inconsciente o tal vez muerta, su cara tenía moretones y algo de sangre, al igual que gran parte de su cuerpo. Había perdido mucho sangre, demasiada.
La tomó en brazos mientras la sangre se pegaba también a su ropa, se quitó la chaqueta, cubrió su cuerpo y abrió el maletero para introducirla ahí.
No sabía dónde llevarla, lo que ella necesitaba era ir a un hospital, no estar en el maletero de un carro mientras se desangraba. A ese ritmo podía morir de todos modos. Puso el coche en marcha y se fueron.
—Piensa, Joseph piensa. Algo se te debe ocurrir. —se estaba metiendo en un gran lio si descubrían que el se la había llevado, tenía demasiado en juego.
Joseph trabajaba como chofer y guardaespaldas para Lucas de lunes a jueves, los tres días siguiente los tenía libre y dormía en una pequeña habitación que tenía alquilada en las afueras de la ciudad. Había sido contactado meses atrás por Richard, supuestamente solo para facilitarle una que otra información sobre Lucas, a Joseph le pareció algo de lo más sencillo, sobre todo por la suma de dinero que le iban a pagar. Después de unos meses fue notando que no era nada limpio, se sentía muy mal por tirar a la basura toda la confianza que Lucas había depositado en el, estaba muy arrepentido y quiso dejarlo, le planteo a Richard la idea pero este no la tomó bien, Richard lo amenazó con desprestigiarlo para que no pudiera volver a ser contratado por nadie más. Pero le dio la opción de hacer un último trabajo si ya no quería continuar, y ese trabajo consistía en llevar a Helen allí una vez tuviera la oportunidad. Y así lo hizo, esa noche era la oportunidad perfecta.
Sin darse cuenta había tomado el camino directo a su casa.
Cuando llegaron allí se aseguró que no había nadie en los alrededores, la sacó del maletero, la llevó directo al baño y la metió en la ducha. Reguló el agua y empezó a mojarla.
—Helen ¿puedes oírme? — le echó agua en el rostro y continuó hablándole para ver si reaccionaba.— ¿puedes oírme? — Quitó el pelo de su rostro y limpió la sangre que tenía en el.
—Joseph, ayúdame por favor, no me dejes aquí, no me dejes aquí te lo suplico. — dijo Helen al reaccionar. Abrió sus ojos y miró alrededor dando con el rostro de Joseph. —Me van a matar, por favor ayúdame. Mi... mi bebé está...— le hacía mucho daño en la garganta hablar.
—No te preocupes, ya no podrán hacerte daño. — fue rápido a buscar una toalla y la cubrió, colocó su brazo sobre su hombro y la ayudó a ponerse de pie.— Vamos, trata de animarte un poco. Te traeré agua.
Acostó a Helen en la cama y fue por agua, después de que ella tomara un poco, fue a su armario y sacó una camiseta y un pantalón de hacer ejercicio. La ayudó a vestirse y luego fue a la cocina por un vaso de leche. No tenía idea de que hacer.
—¿Donde estoy? Estoy muy mareada. — podía hablar, pero no con claridad, las palabras le salían muy juntas y toda la habitación daba vueltas.
—Estás en mi casa, no creo que aquí te encuentren. Estas a salvo.
—¿Por qué? ¿Por qué me está pasando esto?— empezó a llorar y se cubrió la cara con la almohada. —Tú mataste a mi bebé.
—Yo... —se levantó de la cama y miró por la ventana.— Tuve que hacerlo Helen, de lo contrario estaríamos muertos los tres. Lo siento mucho, pero no tuve opción.
—¡Mentira! Tú me llevaste, ¡con ellos! ¡ESE HOMBRE ME VIOLÓ Y AHORA QUIEREN MATARME! — Aunque aún sentía un dolor terrible en el vientre, sacó las fuerzas para gritarle, gritarle aquel hombre que horas atrás la había pateado hasta el cansancio, hasta acabar con la vida de su bebé. Era lo mínimo que podía hacer en aquel momento con las pocas fuerzas que tenía, con las fuerzas que aún le quedaban, gritarle.
—Es cierto, no se porque quieren matarte pero si no te hubiera sacado de allí, ahora mismo si que estarías muerta. — se dio la vuelta y caminó hasta la puerta. — Yo ahora tengo que irme, volver a la mansión, ya casi amanece. Lo cierto es que seguro te estarán buscando, tanto Richard como Lucas.
—¿Quien es Richard? No me siento bien, tal vez necesito un doctor.
—¿No lo sabes? Te lo diré cuando pueda volver a venir. Te conviene quedarte aquí, nadie sabe de este lugar , hay algo de comida y agua. Procura no salir y debes descansar. Lo siento, llevarte a un hospital no es una opción, podrían encontrarte.
Joseph tomó otra ropa , se cambió en el baño y luego salió de la casa. Tenía que regresar a su habitación y pretender que nada había pasado.
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Los rayos del sol ya se iban asomando y la niebla ya se iba disipando, la yerba mojada hacía sonar cada paso al caminar y aunque iban con prisa, el camino húmedo ralentizaba todo.
—No pudo haber ido muy lejos. — Le gritó Jeremy a Marvin. — en su estado debe de estar tirada por el bosque. Quizás muerta.
—¿Serás tonto? Ella no pudo haber roto la cerradura y menos caminar con lo débil que estaba. Alguien debió llevársela.
—Lo cierto es que si Richard se entera estamos muertos.
—Por eso es que debemos seguir buscando. — caminaban de un lado a otro por el bosque , buscando a Helen sin dar con ella. — Se me ha ocurrido algo, pero primero debemos de seguir buscando.
—¿Que tienes en mente?
—¡Sustituirla! —gritó , como si fuera la mejor idea que se le había ocurrido jamás, orgulloso de sí mismo, cortó la distancia entre el y su compañero. — Podemos buscar a otra mujer que se parezca a ella, matarla y ponerle sus cosas. Todos pensarían que es ella.
—Es un poco complicado, ¿donde vamos a encontrar a alguien parecido?
—También he pensado en eso. ¡Otra prostituta! Pero ya que la idea es mía, tú tienes que encargarte de esa parte. Aquí están las llaves del coche, ve y consigue a una.
—¿Por qué tengo que ir yo solo? — se quejó Marvin , tomó la llave del coche y empezó a caminar. — volveré lo más pronto posible.
Y así fue como sustituyeron a Helen por el cuerpo de otra chica, después la pusieron donde fue encontrada por alguien.
Esa mañana Helen, por el momento, se encontraba oficialmente muerta. O al menos eso se creía.
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Era importante actuar como que no había pasado nada, después de todo el también era un cabo suelto para los Matthew y para Richard. La noticia de la muerte de Helen no había llegado hasta aquella tarde, la oficina era un caos , todos no dejaban de hablar sobre aquello y más cuando el señor Lucas fue solicitado en la comisaría. No podía ser peor. Reconocer el cuerpo, un interrogatorio, sabía que el siguiente era el, puesto que fue el último en "verla con vida". Solo tenía que decirle lo mismo que le dijo a Lucas.
—Lamento mucho su pérdida, todo esto parece tan irreal. Tan imposible de creer. Tan joven, tan llena de vida. — le había dicho a Lucas cuando lo llevaba de regreso a casa. — ¿Ya ha avisado a su familia? Esa pobre gente estará destrozada.—Pero lo que carcomía a Joseph era el hecho de que había un cuerpo y que Lucas había ido a reconocerlo, cuando Helen estaba en su casa descansando. Eso lo tenía angustiado. ¿La había sustituido con alguien más?
—No le avisaré hasta que salga la autopsia, es importante estar muy seguros de que esa mujer es Helen. — aunque a Lucas se le veía cabizbajo, había algo de esperanza en su voz, aún albergaba en el la fe de que esa no era Helen, pero otra parte de él sí creía que esa era ella. — Necesito estar completamente seguro. Puede... puede que solo sea alguien parecido, algún error. Debo de mantener la esperanza.
—Desde luego. Aún no podemos dar nada por hecho.
—Aun no entiendo porqué la dejaste en su casa, además sin avisar. No eran horas para salir.
—Lucas ella se veía muy angustiada por estar allí, tal vez algo la incomodaba y por eso prefirió volver a su casa.
—Anoche hubo una discusión con mi padre, deduzco que ella habrá escuchado algo, por eso se fue. Nunca debí llevarla a esa casa. —llegaron a la casa y Lucas fue directo a su habitación. Su padre lo esperaba en la entrada para hablar pero éste lo ignoró.
—Lo siento Lucas , yo...
—¿Tu qué? ¿Que vas a sentir? ¿Eh? No te he acusado con la policía porque estabas aquí, pero si esa chica es Helen... Ya veras Harry, porque si tienes algo que ver con esto prometo no descansar hasta verte detrás de las rejas, aunque sea lo último que haga.
—No deberías hacer acusaciones. No tengo nada que ver con esto.
—Y tu no debiste hacer lo que hiciste. —pegó un portazo a su habitación, retiró la corbata y todo la ropa que llevaba puesta y se metió a la ducha.
Salió del baño y se puso a observar las cosas de Helen, los vestidos que se había comprado, toda su ropita. No pudo acompañarla. Sacó la ropa de las bolsas y varias perchas del armario y comenzó a colocarlas.
—Estás viva, se que estás viva, esa no puedes ser tu, porque tú nunca te rendirías, pelearías hasta el cansancio, eres fuerte y te defenderías hasta con los dientes, esa no eres tú Helen, no puedes ser tú. —rompió en llanto y se tiró en la cama de espaldas, su única esperanza era esa, esperar la autopsia y confirmar que no era Helen. Pero la espera era lo más doloroso.
Se lamentaba demasiado por haber ido allí, dejar a Helen bajo el mismo techo de su padre, fue su mayor tontería.
Tomó su celular y miró la foto de ellos juntos que tenía de salva pantalla, la playa detrás y las palmeras a los alrededores. Podía sentir la brisa fresca y la fría arena si cerraba los ojos. Extrañaba mucho a Helen.
Pero si esa resultaba ser Helen, si esa mujer era Helen entonces los oficiales investigarían un asesinato y desde luego había que hallar al culpable. El señor Harry estaba en la casa esa noche pero quedaba Richard, Lucas aún no podía olvidar su participación en aquel vídeo.
Se vistió y salió para ir hacerle una visita a Richard. Ya era hora.
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—¿Como se te ocurre venir a mi oficina? ¿Acaso estás loco? Todo el mundo te vio llegar.
—¿Preferías verme en tu casa o en un callejón? Este es el único lugar, no somos delincuentes. —Harry había ido a la oficina sin avisar, ya que Richard no le contestaba las llamadas. Y ese día cuando supo de la muerte de Helen, no se pudo aguantar, las acusaciones de su hijo Lucas lo habían asustado un poco. —¿Como pudiste actuar a mis espaldas? Estamos a un paso de que Lucas nos denuncie. Cuando estábamos unidos en esto estaba bien, ahora solo haces las cosas por impulso, ni siquiera me las consultas.
—¿Lucas? ¿Por qué haría eso? ¿Él qué sabe?
—Has metido la pata, has metido la pata. Ese día que estábamos discutiendo por el vídeo, Clark nos escuchó, tomó la usb e hizo una copia del vídeo, al llegar Lucas , el se la entregó. El sabe de nosotros dos y de lo que le pasó a Helen. Y ahora hay un cuerpo, ¡ahora hay un cuerpo! ¿No se te ocurrió algo mejor?
—¿Que querías que hiciera? Si amenazas a alguien y esa persona regresa, solo quiere decir que no te tiene miedo, y eso era peligroso, ya no tenía miedo. La mocosa podía haberme denunciado, yo fui la cara que ella vio, no tú, ¡yo! Tenía que hacer algo.
—Muy oportuno tú. — dijo Harry con sarcasmo. — Lucas está esperando la autopsia, después nos denunciará. No parará hasta hacerlo.
—Pues convéncelo de que no lo haga. No nos conviene, sobre todo por el escándalo, si sale a la luz pública puede ser más difícil de controlar aunque yo no pisaré la cárcel. En cambio tú, no lo sé. Que a Lucas ya se le hayan muerto dos parejas puede ser muy sospechoso y si éste cadaver apunta a ti, sacar conclusiones es muy fácil . Estas en un aprieto Harry.
—Tu me llevaste a ese aprieto. Soy totalmente responsable de la muerte de Sophia, o somos, pero nunca tuve intención de que Helen muriera, te lo deje claro desde un principio que no mataras a la chica. Era muy arriesgado.
—Era la única solución, como también fue la única solución con Sophia, solo eran dos estorbos. Solo te hice un favor, no has sido capaz de mantener a tu familia, no eres capaz de tomar decisiones fuertes.
—¿Por qué no la hiciste desaparecer? Al menos sin el cuerpo no hay crimen, pero nos has exhibido.
—Eso fue un fallo que no estaba en los planes, un imprevisto. Debí tomar más precauciones, jamas pensé que esto pasaría. —Richard se supo de pie y fue a servirle un trago a su amigo. —Nadie extrañará a esa don nadie.
—Lucas lo hará.
—Por una vez en tu vida haz que tu hijo haga lo que tú digas.
—No tienes hijos, Richard. No es tan fácil como parece.
De pronto la puerta se abrió y entró Lucas.