El señor Lopez le había hecho un recorrido por todo el hotel, le había enseñado cada rincón del hotel y contado toda la historia de el y su esposa. Una historia de lo más romántica y muy conmovedora, Logan no pudo evitar que se le saltaran unas lágrimas. Hablaron de futuros proyectos y planes para el lugar, hasta que el señor López se quedó satisfecho con ellos y les dio otra cita para verlos en dos días y confirmar la venta del lugar.
—Lo has hecho muy bien. —le animó Ashley mientras iban en el coche de vuelta al hotel. —¿quieres que salgamos a tomar algo?
—Si, me gustaría. —La sonrisa de Logan era muy notable. Todavía pensaba en los besos que se había dado con ella, que para él no tenían nada de falsos. Los había sentido en cada partícula de su piel.
—Estoy buscando un buen lugar
