Después de medio día viendo casas, ya era hora de el almuerzo. Tenía cita para ver la última casa del día. Un ático en medio de la ciudad con unas vistas al mar muy envidiables, pero le mortificaba que estaba muy cerca de la oficina, a tan solo quince minutos en coche. —No estás convencido — las habitaciones eran enormes y tenía un amplio salón con mucha luz natural , aunque la cocina no era la gran cosa pero siempre podría remodelarla. Había una piscina privada en el ala este del edificio que solo pertenecía al ático y hasta su propio ascensor. — Yo la veo perfecta. —Se que te ha gustada, pero tal vez es un poco grande para mi. —En ese caso puedo hacerte compañía siempre que quieras. — Marie ya le habían gustado varías casas anterior a esta, pero Lucas simplemente se mostraba desin