- —La profecía.

1175 Words
En eso que solo saque uno y que destape un tubito de sangre, enseguida la tome y salí de mi habitación toque a la puerta de James. —¿Lista? Asentí entre y abrimos su ventana, ya íbamos a bajar cuando escuchamos encontrándolo parado afuera diciéndonos. —Apresúrense. Saltamos los dos hacia abajo cayendo como un gato, en eso que me levante volteo a mirarlo y pregunto: —¿Que tú no ibas a venir? Alexander. —Es que yo le dije. —dice James. —No estabas muy molesto. —respondo irónicamente. —Chistosa. —dice Alexander. Reí enseguida. —Por eso me quieres. —le respondo al hacer un gesto gracioso, al igual que él hace lo mismo. Los tres nos dirigimos hacía el bosque, corrimos, al llegar al bosque nos fuimos caminando. —¿Dónde es? Coraline. —dice James —Ya vamos a llegar. Seguimos caminando tranquilamente, mire el árbol y si el árbol retorcido notaba que tenía movimiento. —Hay esta Michael. Corrimos, me dio un abrazo, en eso conoció a James y a Alexander a ambos les dio un apretón de mano, pero Alexander le dio un abrazo, para después sentarnos a lado del árbol. Es como a continuación él nos dice: —Muy bien fue un poco complicado venir, pero les diré muy rápido todo, el señor Mortifero está aliándose con todas las criaturas oscuras, tienen planeado ir a algún lugar, tengan cuidado todo lo tiene vigilado, ahorita está viajando de un lado a otro para tener más aliados, Coraline dile al señor Watson que se apresure, el señor Mortifero tienen planeado llegar de sorpresa en el consejo. Los tres nos que damos sorprendidos, al escuchar la última frase. —Está bien. —respondimos al mismo tiempo. —Y tú, como eres el novato, verdad. Señalando a James asentí. —Sí, creemos que Mortífero lo quiere para algo. —dice Alexander. —Aun de eso no ha dicho nada, no ha tocado el tema de algún chico, pero yo estaré en contacto contigo Coraline. Acepte al mover la cabeza. —¿Por qué no te fuiste a áfrica? —le pregunto Alexander un poco enojado. —Eso lo sabrás después. Aun se enojó más Alexander. —Una pregunta Michael. Asintió, tomé la llave que traía en mi cuello y se la mostré. —¿Por qué es tan importante esta llave? Michael la tomo y observo cuidadosamente. —La profecía. —¿Que sucede? —Mira les contare es una antigua profecía y leyenda que nuestros antepasados contaron, y que aún está presente por el señor Mortí. Los tres pusimos mucha atención. —Cuenta la antigua leyenda, que dos mejores amigos, uno era vampiro, otro lobo, pero al morir el lobo él le entrego la llave al vampiro, el abuelo del lobo le heredo esa llave. —¿La llave que abre? —pregunte. —Esa llave lo que abre es una gran puerta que está escondida en un lugar muy secreto. —¿Que contiene la puerta? —pregunto Alexander. —Hay siete lobos que fueron encerrados, para que eternamente solo defendieran el bien. —¿Cómo fueron encerrados? —pregunte. —El abuelo del lobo, el gran jefe, su gran madre que era bruja ordeno que se sacrificaran siete lobos para encerrarlos, porque en un futuro abría una guerra donde los vampiros los necesitaran, aun ellos no sabían de la existencia de los sanguinarios. —¿Cuál es la profecía exacta? Michael. —pregunto James. —La gran madre dijo, que, al perderse la llave, una gran guerrera la encontrará y será su gran ama. Abrí los ojos por sorpresa y me quedé en shock. —Que sucede si llegara a manos de los sanguinarios. —le dije. —Sería una gran tragedia. —Y entonces, esa guerrera soy yo. —Sí, lo eres. —responde Michael. Y James como también Alexander me miran. —Pero ¿Cómo? —Por el dibujo que tiene la llave. —Pero esto no lo tenía. —Porque solo aparece cuando la necesitas. —Y quien sabe sobre donde esta ese lugar secreto. —El señor Mortí, también sus maestros. Nos quedamos pensando. —Aunque no sé por qué el señor Mortifero no ha dicho de esa llave, si él sabe la leyenda. Empezaron a escucharse pasos muy veloces. —Me voy chicos, alguien me siguió, hasta pronto. Y desapareció en la obscuridad. Ya eran más de tres días, que ninguno de los tres volvimos a ver a Michael, la primera vez que lo conocí fue una vez en uno de los campamentos, que era uno de los que organizaban los juegos, es como descubrí que también fue alumno de la academia del señor Jones, solo que él se ejercía como maestro y entrenador rudo y fue aprendiz del señor Yod, pero nunca se volvió su heredero, porque Michael nunca lo quiso, decidiendo ser un maestro entrenador, tanto de enseñar a pelear, como utilizando su habilidad que consiste en nivelar los sentidos, como también los diferentes tipos de habilidad de sus estudiantes para hacer conocer el punto débil al no poder uno controlarlo, yo tuve en algunos meses entrenamiento con él, igual que Alexander y no solo eso, para mí examen deportivo de rivales mi contrincante elegido fue él, solo pensé en tener la calificación deseada y la obtuve, el continuo ejerciendo su vocación hasta que el señor Yod le propuso ir a África y ser del consejo, pero en cambio no lo acepto, y es como Yod y el señor Watson le propusieron ser un espías por causas importantes, que en cierto modo, no sé a qué se refiere, y que hoy en día continua como un espía para nosotros. Ahora nos encontramos en la biblioteca, todos elegimos un libro de repente no se el por qué, pero preferí ir al patio, me acompaño James. Al atravesar el patio llegamos al bosque y empezamos a subir árboles, al estar en uno de los arboles desde la punta empecé a sentirme muy mal como si me hubiera levantado con rapidez y mi vista se nublará, causando ver borroso, intento volver en sí, pero es como vi un lugar lleno de personas, al mismo tiempo sentí como se resbalaba mi mano de la rama donde me sujetaba para no caerme, era un lugar con mucho ruido, todos hablaban al mismo tiempo. —¡Silencio bestias! Alguien grito con voz muy gruesa, era como si yo estuviera viendo todo, mis ojos buscaron a la persona, era mi abuelo Mortifero, a su derecha Michael y a su izquierda otro hombre. —No se aceleren, pronto tendremos nuestra ¡Guerra! —gritando la última palabra todos empezaron a celebrar, Michael estaba quieto y serio. Yo solo ruedo los ojos, desde mis inicios como hibrida Edmund me conto mucho sobre su padre, un hechicero que se consideraba “supremo”, pero que en sus principios solo para el existían las guerras de cualquier tipo de criaturas, y amaba las guerreras de mi propio mundo.
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