Capítulo 9

2253 Words
Por un momento me sentí aliviado, pues una parte de mi se en una vida en donde Star le hubiese pasado algo peor como la muerte, yo decía que al menos seguía viva en otro lugar. Me prometí de pequeño buscarla a donde sea que la había enviado su padre. Pero mi madre comenzó a enfermar y desde su muerte, mi cabeza no tuvo fuerzas para hacer algo positivo por mi vida, aunque mamá sabía mis sentimientos, lo olfateo, no sabía quien era, pero me dijo que me asegurará de estar con la chica que amo. Llegamos a casa, sé que papá no estaría porque me dejó un mensaje de que tenía que hacer un viaje, una misión importante para el alfa, no se cuánto se tardaría eso, pero le doy una semana para su regreso. En fin, entramos a la casa y recosté a Star en el sofá de la sala. —¿Cómo harás que despierte? —me pregunta Rocky. —No lo sé, pero primero voy a comenzar quitándole esto. —Rompo el collar de un tirón y Rocky me quita el frasco para examinarlo. —Así esto era que la tenía con ese olor. —Olfatea el frasco. Yo miro a Meg y ella se encuentra muy callada. —Espero que hayas aprendido la lección —la sermoneo. —Mi mejor amiga parece muerte, no es el mejor momento para que me regales —me repica enojada. —Por su culpa, están locas por… —fui interrumpido por una tos. Star había despertado. —Taylor trae agua enseguida —ordena Rocky y este hace caso. —¿Dónde estoy? —abre sus ojos poco a poco y se sienta, yo no me contengo y la abrazo con fuerza. —Prométeme jamás repetirás está locura Star, no quiero asustarme por lo que te pueda pasar —dije muy preocupado. Pero me separo rápidamente cuando recuerdo que no estamos solos, aclaro mi garganta y pongo firmeza, ya que Star y Meg me miraban raro. —No sé cómo le harás Star, pero no volverás a salir con esa cosa —regañe señalando el frasco— ¿En qué mierda pensabas? —¿Acaso crees que vine a quedarme encerrada en tu taller? —esta jovencita tiene el descaro de enojarse conmigo, cuando lo único que quiero es protegerla. —Podrías considerarlo, a menos que quieras avisarle a tu padre que estás aquí —me cruce de brazos y ella también hizo lo mismo volteándose a otro lado para no mirarme. ¿Y ahora que le sucede? —¿Por qué no usaste sangre de otro animal? —sugirió Taylor trayendo el agua. —¿Bromeas, cierto? Su olor es demasiado fuerte y el único que puede cubrirlo es el de gato, pero fue un riesgo ya que ella es alérgica —dice Meghan. —Que use la sangre de Ross —propone Rocky y yo lo mire. —¿Qué? —dijimos ella y yo al unísono. —Claro Ross, tu olor es el más fuerte de todos, podría funcionar. —¿Y tu por qué quieres ayudar? —lo miro mal. —Pues que aburrido sería visitar a alguien y no poder salir —cree que es una repuesta lógica. Pero no saben que esa es la única forma para que mi estrellita esté bien. —¿Podrías darme de tu sangre entonces? —pide ella con suavidad y volteo a verla. No me resisto, tiene razón, tiene derecho a disfrutar de sus vacaciones y si algo llega a pasar, prometo estar cerca para protegerla. —Meg, ¿aún sabes sacar sangre? —suspiro rendido. —Claro, de algo me sirvió trabajar en el veterinario de mis padres por un tiempo, pero tengo los materiales en casa, vuelvo enseguida. —Te acompaño, debemos hacerlo rápido —ofrece Rocky. —Y también vigilen que nadie esté cerca —agregue. —Puede que me toque volver a la fiesta para averiguar que están diciendo —dice Taylor dándole el agua a Star. —Sobre todo si alfa ya se enteró —dije y Taylor asintió. Todos salieron de la casa, quedando ella y yo solos. —¿Crees que mi padre ya se haya enterado? —me pregunta sin mirarme. —Puede que sepa que haya alguien cerca gracias a tu olor, pero después de tanto tiempo, no creo que lo reconozca a menos que te olfatee de cerca. —¿Por qué tu sangre es fuerte? —me cambia de tema. —Soy de sangre azul Estrellita —confesé y ella se impresionó. —¿De verdad? —Estaba sin poder creerlo y yo asentí— eso significa que… —Puedo enfrentar a tu padre en cualquier momento para quitarle el puesto o heredarlo sin problemas. —Pero para eso tendrías que pelear por eso. —Y jamás lo haría, no quisiera lastimar a nadie. —Son las reglas. —Es tu padre, uno de los dos debe morir o rendirse para tener el puesto y ambos sabemos que tu padre jamás se rendirá, por eso preferí ir a la universidad, crearé mi manada y nos iremos a otro lado. —Entiendo, ¿qué pasó con Troy? Creí que eran amigos. —¿Ya lo recordaste? —De hecho, no recordaba que Rocky, Taylor, Troy y Vicky eran tus amigos hasta hace rato. —Si, Meg menciono que estaba teniendo un recuerdo, ¿Desde cuándo es eso? —Desde que llegué aquí, estoy recuperando la memoria en ciertas cosas. —Comprendo, bueno Troy y yo nos separamos porque su padre le lavo el cerebro. —¿A que te refieres? —El sueño de cada padre es que su hijo sea un alfa y dos alfas en una misma manada no puede ser, así aunque Troy no tenga sangre azul, tiene derecho ser un alfa, así que se alejó de mi en cuanto supo que era sangre azul, y ya después se puso competitivo para ser el mejor alfa de la universidad, lo que sea para hacer a su padre feliz. —¿Tu padre quiere que seas alfa? —Mi padre no quiere que lo sea, porque implica que me vaya lejos, pero tampoco quiere que enfrente a tu padre para ser el alfa de aquí y quedarme. —Supongo que eso hace que su relación sea complicada —lo lamenta. —No nos hablamos desde que mamá murió —dije sin pensarlo y sentí su mirada en mí. —¿Tú mamá murió? Ross lo siento mucho… —la interrumpí. —Eso ya pasó. —¿Y por eso quieres ser alfa? Por la muerte de tu mamá quieres irte para alejarte y olvidarte de todo, ¿Hasta de tu padre? —Es algo más que solo eso Star, es mi deber haga lo que haga, siempre seré un alfa. —¿Cuándo te vas? —Después de graduarme, eso es seguro. —¿Con tu equipo? —Claro, además de que me prometí buscar los padres de Rocky. —¿No tiene papás? —Nunca habla de ellos, pero huyó de casa y ahora no sabe dónde están. —¿Hace cuánto fue eso? —Desde que era un cachorro. —¿Qué pasó con Vicky? —Pues es familia de Troy, por lo que es leal a su grupo. No pregunto más y nos quedamos en silencio, pero era bastante agradable para mi, no sé si era incómodo para ella. Luego de un rato, llegaron los demás, Meg me sacó la sangre y la coloco en un frasco parecido al otro y Star se lo puso de collar, solo los de sangre azul tiene el olor fuerte. —Me alegra volver a verte —Rocky abraza a Star como despedida. —Igualmente —le sonríe. —¿La cuidarás? —Me pregunta Meg y yo asiento. —Por supuesto —me aseguro. Todos se van y le prestó mi habitación a Star, yo dormiría en la habitación de mi padre. Ella tuvo pena, pero insistí. Dentro de unas semanas ella cumpliría dieciocho, por lo que le dará la bienvenida a esta vida adulta que no es tan cool como uno piensa. POV’Star Es extraño estar en la habitación de Ross, mientras que el está del otro lado, tocan la puerta y seguido de eso, hablan. —¿Puedo entrar? —era él. —Por supuesto —respondí y él entro. —Solo vine a ver si estabas cómoda —Me da media sonrisa u se rasca la nuca. Yo me encontraba sentada en su cama, pues estaba detallando su habitación. —Que considerado de tu parte —no puedo evitar sentirme nerviosa junto a él. —Contigo siempre seré así —me muestra una gran sonrisa y eso me derrite. ¿Por qué me tienes tan loquita pecas? —Estoy feliz de que hayas vuelto de verdad, pero quisiera preguntar si esto es realmente temporal. —¿Por qué lo preguntas? —Porque no quiero que te vayas. —Quería que fuera de visita, pero extrañaba mucho mi hogar a pesar de que nadie me ha extrañado por aquí. —Te equivocas, no sabes cuánto te extrañé —me abraza con fuerza como si no pudiera creerlo. —Gracias Ross, eres un gran amigo. —pronuncie y se separó de mí, sintiéndose incómodo. Lo siento, pero con ese recuerdo que tuve de cuando lo bese y me rechazo, me hizo ver que por muy enamorada que este, no quiero que vuelva a rechazarme, no quiero volver a sentirme así y sé que él me dejó muy en claro sus sentimientos hace tiempo, así que no tiene sentido volver a eso, soy terca, pero no tanto. —Mañana te pondré al día, para que conozcas a otras personas y con quién no debes meterte para que todo salga bien. —¿Y papá? En algún momento me toparé con él, ¿Qué le diremos? —Lo mismo que quisiste intentar conmigo. —Espero que funcione. —Lo hará. —Besa mi frente—. Hasta mañana estrellita. —Ross, espera —sujeto su mano y él mira el toque que hago. —¿Si, estrellita? —¿Por qué me dices estrellita? —Por lo pequeña que eres, por ser menor que yo y porque así es tu nombre en español, ¿Por qué? ¿Te molesta? —se asusta y yo niego. —Solo curiosidad, eso es todo. —Lo suelto. Algo dentro de mi sentía esperanzas de que fuera por algo más especial. —Buenas noches —me despedí y él también lo hizo antes de salir de la habitación. Me acosté a dormir en su cama, pero no podía dormir. Estoy pensando mucho en Ross y estar en su habitación no me ayuda a olvidarme de él cuando lo único que debo tener claro es que lo nuestro no podrá ser. Qué estúpida soy, necesito aclararme. Me levanté y baje a la cocina a beber un poco de agua. —Parece que tú tampoco puedes dormir. Pegue un brinco del susto que me dio. —¡Ross! —le reprocho cuando me volteo a verlo. —Lo siento —me desconcentro en el momento que veo que está sin camisa. —No, yo lo siento, estoy abusando. —Si me sigues mirando así, me sentiré más que abusado —se ríe de mí y me avergüenzo. Noto que me lo comía con la mirada, pero no puedo evitarlo, está realmente bueno. Aparte de guapo, su cuerpo está divino. —Lo siento —dije avergonzada. —¿Realmente me estabas mirando de ese modo? —me pregunta con una sonrisa juguetona. —¿Qué? De ninguna manera, solo estaba teniendo un recuerdo. —¿Y que recordaste este vez? —Sobre el día que murió Gendu. En parte no era mentira, si había tenido ese recuerdo, solo que no ahora. —Lo lamentó mucho. —No te preocupes, ¿Cuándo me enseñarás a tallar? Recuerdo que me lo prometiste cuando era pequeña. —Y parece aún te acuerdas de eso —se ríe. —Espere mucho tiempo y los pequeños no olvidan las promesas. —Parece que solo te olvidó una. —¿Ah sí? ¿Cuál? —Sé que la cumplirás cuando la recuerdes estrellita, hasta mañana —besa mi mejilla, se sirve agua y luego se va. Genial, como siempre dejándome con más ganas. Después de un vaso de agua, volví a la habitación, pero no logré dormir. Ahora que lo pienso bien, Ross y yo tenemos algo en común, nuestras madres murieron, aunque la mía murió por mi culpa. *** —Buen día Ross —bostezo mientras lo veo en la cocina. —Igual para ti estrellita —se veía muy animado. —¿Por qué tan alegre? ¿Tuviste una buena noche mientras dormía? —me siento al frente de él. —Nada que ver, no tengo alguna razón, simplemente estoy con energía, eso es todo. —De acuerdo, ¿qué haces durante el día? —Pues ir a clases. —¿Estudias todo el día? —Así es la universidad ya sea humana o nuestra r**a. —¿Y trabajas? —Si, un trabajo independiente, vendo la escultura de madera. —¡¿En serio?! Eso es buenísimo. —De verdad me alegro por él. —Si, ¿Y tu que tienes planeado en tus vacaciones? —Me sirve el desayuno. Gracias por votar, comentar y compartir el libro❤️
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