—Que juego tan divertido —se separa de mi.
—Lo sé —dije emocionada, aunque se me notaba que estaba fingiendo.
Bueno, realmente si me estaba divirtiendo, pero quisiera ver a Gendu, me siento culpable de lo que le pasó porque no pude hacer nada.
—Ven, bajemos —sujeta mi brazo y me hala hacia fuera de la habitación— los amigos de Ross ya deben haber llegado.
Yo me detengo y me suelto de ella.
—¿Amigos de Ross? —le hago un mal gesto.
—Si, se supone que irían a su casa, pero como los tíos vinieron a cuidarme y no pueden dejar a Ross solo, entonces vienen —me explica sin problemas.
—¿Y que papel pintaríamos con ellos? Están grandes, es obvio que nos ven como mocosas y no querrían jugar con nosotras —me crucé de brazos.
—No seas pesimista Star, Ross no es malo con nosotras y jamás lo será, nos quiere como hermanas.
—En algún momento nos alejara porque no encajaremos para su estatus.
—¿Estás segura de que hablamos del mismo Ross? Porque que yo sepa es un chico bueno y a sus amigos les encanta estudiar madera.
—¿Madera?
—Si —se ríe.
Ross nunca me ha tratado mal, pero socializar con niños que no son mi edad me genera desconfianza, no quiero ser rechazada, ya lo han hecho muchas veces.
Tal vez me estoy adelantando a las cosas, ¿Por qué Ross cambiaría conmigo repentinamente? Debo calmarme o posiblemente estaba comprando a Ross con sus amigos que aún no he conocido, por miedo a su reacción y que estos le pidan a Ross que nos vayamos porque no desean que estemos cerca.
Pues si es así, entonces Ross sería un idiota por dejarse llevar por los demás, ¿Estoy hablando demasiado? Lo siento.
Meg tomo nuevamente mi brazo y yo con inseguridad me deje llevar, es que no me gusta molestar a los demás. En el momento que bajamos a la sala, vi a tres chicos más sin contar a Ross y a una chica.
Mi atención se fue directamente a Ross, me gusta mucho, es muy fácil hablar sobre él cuando no lo veo y actuar como si no fuera la gran cosa, pero me tiene muy sonrojada siempre.
Aunque sé que nunca me querría como yo quisiera, a mi edad pensar en el amor debería ser absurdo, debería gustarme más jugar que estar pendiente de chicos, o en este caso, un solo chico… pero Gendu me dijo que eso era normal en nuestra r**a.
—Chicos, ellas son mis primas Meg y Star —nos presenta Ross cuando nota nuestra presencia.
—Creí que solo tenías una —el chico queda confundida.
—Star es su mejor amiga, pero nuestras familias están tan unidas que para mí es como mi familia —se explica Ross.
—Lo comprendo… un placer, soy Rocky —se presenta.
—El es Troy, Taylor y ella es Vicky —dice Ross.
—Es un placer —sus voces suenan al unísono.
—Igualmente —les sonreí.
Nos sonreímos entre nosotros por un rato largo, tanto que se volvió un tanto incómodo, lo sabía, ellos no nos pueden ofrecer lo que nosotros necesitamos y nosotros no podemos ofrecerle lo que necesitan, me refiero a que nosotras buscamos inmadurez, diversión, mientras que ellos están en la etapa que quieren que lo tomen como adultos.
—¿Y que edad tienen? —pregunta Vicky rompiendo el hielo.
—Siete —contesto Meg y nos vieron con cara de ternura.
Si son tontos, como si ellos fueran tan grandes, no sé qué edad tengan, pero sé que Ross tiene diez y probablemente sus amigos también.
—No se comporten como tontos —dice Ross rodando sus ojos e hipnotizándome una vez más, pues porque pensó en lo mismo que yo.
—Lo sentimos —Rocky habla por los tres— ¿Desean que juguemos en el patio? Les prometemos que será divertido.
—Dudo que nos superen en eso —reta Meg en un tono divertido.
—¿Apostamos? —desafía Rocky y Meg asiente.
—El que llegue de último es un huevo podrido —dice Meg y luego sale corriendo, luego los demás le siguen, menos Ross y yo.
Pues aún seguía admirando a esa zanahoria.
—¿No piensas unírtenos? —me pregunta.
—Si —respondí con timidez.
—¿Y que haces ahí? Ve —me anima.
—No lo sé —Agache mi rostro.
—¿Ocurre algo estrellita? —siento que se acerca mostrando compasión.
—¿Por qué tú no saliste corriendo como ellos?
Cambie de tema, lo sé.
—Quería asegurarme de ser el último.
—¿Por qué?
—No lo sé, tal vez sea por instinto de proteger a todos, no me gusta dejar a nadie por fuera, queda en peligro.
—Pero estamos en la casa de tus tíos, ¿Qué podría suceder aquí?
—Nunca se sabe. —Toma mi mentón y me lo alza para vernos—. Estrellita.
Estábamos tan cerca que perdí en sus ojos tan lindos, vi sus pecas sobre su piel en su rostro y me quedé en sus labios. Juguetes, debería estar pensando en juguetes.
Ross también veía mis labios y sé que eso significa que también quiere o al menos eso es lo que yo interpretó en las telenovelas.
Me coloqué de puntillas y le robe un beso a Ross, fue corto y fugaz, fue muy atrevido de mi parte y mis mejillas arden tanto que le ganaría al calor que hace.
Ross estaba sorprendido, no decía absolutamente y me eso me daba pavor.
—Star yo…
No lo deje terminar porque hui, corrí a la habitación de Meg y me escondí en su armario, sentía había hecho algo malo, muy malo y ahora tengo miedo de que Ross me rechace.
Y con mucha razón lo haría, soy una simple niña, seguramente debe estar pensando en lo rara que soy, nadie se mi edad actuaría de esa forma.
—¿Star? —oigo su voz y me pongo a llorar.
—Lo siento Ross, yo nunca debí —sollocé sin parar, tanto que él puso encontrarme.
Lo miré y él se arrodilló al frente de mí, poso su mano en mi hombro y me lo sobó.
—Todo está bien Star —él suena bastante tranquilo.
—Por supuesto que no, hice mal, ni siquiera sé porque lo hice.
—Porque te gusto Star y lo sé, siempre lo supe.
—¿Y por qué nunca dijiste nada?
—Porque no creí que llegaría a eso, eres una niña y yo también soy muy chico, creí que solo me admirabas Star, pero ahora me doy cuenta de que no es así y estamos muy pequeños para eso, no funcionaría ahora por nuestra diferencia de edad, tal vez cuando seamos grandes podríamos intentarlo o tal vez ni lo recordemos y terminemos con otras personas, quién sabe, podría ser temporal o eterno.
—Eso nunca va a pasar porque me ves como tu prima y eres demasiado amable que por eso me rechazas de esta manera, así que no me des esperanzas.
Quitó su mano de encima y me levanto para irme lejos, vuelvo a bajar a la sala y escucho que Ross aún me sigue persiguiendo.
—No lo dije por eso Star, yo… —Lo interrumpe la puerta abrirse, eran los padres de Meg.
—¡¿Cómo está Gendu?! —Es lo primero que se me vino a la mente.
—Lo siento Star, él está muerto, perdió mucha sangre y cuando llegamos, era tarde, lo atendieron e hicieron todo lo posible —dijo la madre de Meg lamentándolo.
Yo comencé a llorar y ella intento acercarse a mí, pero yo me alejé.
—¡No! —grité con culpa.
—Tus padres no tardan en llegar —dijo el papá de Meg.
—¡No! —grité nuevamente y quise correr, pero alguien me detuvo sosteniendo mi muñeca y tirando de ella para darme un abrazo, era Ross.
Fin del flashback.
POV’Ross
La tenía en mis brazos y no despertaba por más que lo deseaba, Star estaba llorando y eso me tenía loco. La revise para ver si podía ayudar en algo y me paralice cuando vi el collar no un frasco de sangre de gato.
A nuestro había muchas personas y éramos el centro de todos, mierda, no puedo quitárselo aquí, llegaría alfa a romperme los webos.
—¿Qué mierda Ross? Terminemos nuestra pelea —exige Troy en el Pentágono.
—Hoy no será el desempate amigo. —Me levanto con Star en los brazos.
Me dirijo a la salida mientras todos me miran y Troy me abuchea diciendo que soy un cobarde, pronto le callaré la boca a ese idiota.
Iba por el bosque y mi prima están detrás de mí, eso me alegra, que no haya tenido que pedir que me siga, escucho pasos otros pasos que no son los nuestros y me giro alertado.
—Tranquilo Bro, vinimos a ayudar —era Rocky y Taylor.
—Gracias Bro, pero lo tengo todo controlado —soy un tanto orgulloso y Rocky se ríe de mí.
—Si no te conociera me iría para dejarte a cargo, pero sé que me necesitas para ocultar a la hija del jefe —Me pasa por un lado riendo y sigue caminando.
—Rocky… —trato de explicarme, pero me interrumpe acercándose a mi y colocando sus labios cerca de mis oídos para contarme un secreto.
—Jamás me olvidaría de la chica a la que le mueve el piso a mi mejor amigo, estrellita, imposible olvidar ese apodo que le pusiste desde que éramos pequeños —me susurra y lo fulmino con la mirada.
—Te equivocas, ella no me gusta, es la hija del jefe —frunzo el ceño.
—Repítelo hasta que te lo creas Ross, tal vez te engañes a ti, pero conmigo no lo harás, ambos sabemos que eso te lo dices solo para obligarte a no ir más allá porque temes de lo que puede hacer el alfa —me recuerda.
—Entonces apóyame, estoy seguro que el bienestar de Star es más importante que confesar mis sentimientos por ella —dije muy autoritario y Rocky me desafío con la mirada, pero como siempre, le gané.
Por suerte, Meg y Taylor estaban alejados vigilando la zona, no quería que escucharán nuestra conversación y espero que Star no me este escuchando tampoco.
—Taylor, está atento —ordena Rocky y se coloca detrás de mí, mientras que Taylor está delante de mí y Meg a mi lado.
Juntos caminaríamos hacia mi taller.
—¿Crees que hayan vuelto si Star está aquí? —me susurra Meg asustada.
—Su olor puede que haya despertado sospechas, pero tal vez sean de otro tipo —respondí.
—Sin embargo, esos idiotas aún no respetan nuestros límites por la única razón de que andan vigilando para informar la llegada de Star —comenta Rocky en la conversación.
Hace tiempo, desde que Star se fue, no hemos vuelto a cruzarnos con las manadas del norte, alfa ha podido llegar a un acuerdo en que no debemos cruzar el terreno del otro, sin embargo, eso idiotas cruzan todo lo que quieran y nosotros no hacemos nada para llevar la paz, pero si ellos cruzan nuestro lado, debemos quedarnos callados o hacer como si nada ha pasado.
Esto es porque alfa no quiere comenzar otra guerra y mucho menos con nuestra r**a, la idea es progresar y las manadas del norte solo piensan en pelear con nosotros, andan buscando como provocarnos, pues claro está que quieren que nosotros comencemos la guerra.
Si no fuera por ellos, Star no hubiera sido enviada lejos y yo estaría bien con ella, al menos siendo su amigo.
—¿Alguien más quiso venir Rocky?
—Chloe como siempre quiso venir, pero le dije que se quedará a reprogramar la pelea y como le encanta dar órdenes, pues que liderara nuestro grupo mientras no estamos.
—Me hace de confiar con lo que hizo.
—Lo sé, pero en quienes más confías están aquí, sé que no estás de acuerdo si Chloe nos acompaña.
—Tienes razón, cualquier decisión que ella tome en nuestro grupo está noche, lo resolveremos mañana.
Ahora lo más importante es mi estrellita, la veo entre mis brazos, ahora tiene los ojos cerrados como si durmiera y olvidaba lo adorable que se veía cuando dormía.
Cuando ella dormía en casa de Meg y tenían su pijamada, algunas veces yo estaba de visita o me quedaba a dormir, me quedaba en otra habitación, pero después que los tíos se durmieran, Meg iba a buscarme a mi habitación, quería que durmiera con ella o con ellas porque le tenían a la oscuridad.
Esa niña que necesitaba protección siempre me hacía sentir especial. Verla y saber cuánto tiempo ha pasado, me hace recordar el día que todo pasó.
El día en el que ella me besó y luego se arrepintió porque le dije que estábamos muy chicos para eso. No se los voy negar, al principio me sorprendí, antes de eso sabía que solo debía verla como la amiga de mi prima, pero gracias a ese beso, me hizo dudar después.
Aunque nunca pude aclarárselo porque estaba triste por la muerte de Gendu, sin una aclaración de por medio, lo único que hice fue justificar que lo hizo para distraer su mente y realmente nunca le guste, pero aún así quería ir supiera lo que me hizo sentir aquel beso y cuando tenía todo listo para declararme, me entero que se la han llevado lejos esa misma noche.
Le había preparado algo muy especial en mi taller, solo ella lo conocía porque la lleve ahí cuando murió Gendu y dijo que quería estar sola, y cuando regreso a casa decidí hacerle algo muy lindo para que se escapara un momento conmigo en la noche.
Tal vez eso iba a ser una cita, pero durante el camino cuando la fui a buscar después de tener todo listo, el bosque estaba alborotado, se estaba incendiando y corrí para avisarle al alfa, pero él ya sabía lo que había pasado.
Me dijo que el incendio lo había causado Star y que por cuestiones de seguridad la habían enviado lejos, pero yo no me quedé tranquilo con eso, quería verla y hablar con ella, pero todo fue muy tarde, pues mis tíos ya la habían ayudado a salir de aquí.
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