CAPÍTULO DOCE Ceres volaba dentro de las profundidades de la tormenta, que crepitaba con fuerza mientras la llevaba, sintiéndose como una parte atada al rayo mientras las nubes la llevaban de vuelta a Haylon a toda prisa. En aquel momento, se sintió algo elemental, algo puro y lleno de energía. Sintió que, por fin, comprendía qué era ser un Antiguo. Había tenido poder antes, pero ahora parecía que estuviera hecha de él. Sin embargo, era más que simple energía. Era una especie de conocimiento, una manera de ver, que parecía venir con el resto, de modo que había sido evidente cómo infundir energía en el aire para convencerlo de que la llevara y cómo provocar su rayo latente y crepitante. Allá abajo, veía la flota que había venido a a****r Haylon. Podía ver cada barco, cada soldado. Podía