CAPÍTULO DIEZ Karus y Falus, los dos hijos de Tirus, bajaron rápidamente por la escalera de piedra en espiral, descendiendo cada vez más hacia la mazmorra donde estaba su padre. Odiaban la indignidad de tener que descender hasta este lugar para ver a su padre, al gran guerrero que había sido el rey legítimo de las Islas Superiores. Y en silencio, juraron venganza. Sin embargo, esta vez traían noticias que podrían cambiar todo. Noticias que finalmente les daba un motivo de esperanza. Karus y Falus fueron directamente hacia los soldados que hacían guardia en la entrada de la prisión, sabían que eran hombres leales a la reina. Se detuvieron, enrojeciendo de odio al tener que sufrir la humillación de tener que pedir permiso para ver a su padre. Los hombres de Gwendolyn los analizaron, como