CAPÍTULO ONCE Thor estaba sentado sobre su caballo, liderando a través de las filas de los reclutas de la Legión. Todos los chicos ansiosos estaban alineados, en posición de firmes ante él, en la nueva arena de la Legión. Thor miraba a las docenas y docenas de nuevas caras, examinando a cada uno cuidadosamente y sintiendo el peso de la responsabilidad. Los nuevos reclutas habían llegado de todos los rincones del Anillo, todos deseosos de unirse a la Legión recién reconstruida. Era una tarea titánica elegir a la nueva camada de guerreros, a los hombres con quienes el Anillo contaría en los próximos años. Una parte de Thorgrin sentía que él no merecía estar aquí; después de todo, no hacía tantas lunas atrás era él mismo quien esperaba ser seleccionado por la Legión. Cuando pensaba en ello