Blake y Broke salieron de la tienda de ropa con las empleadas aún sorprendidas y envidiosas. La jefa de la tienda intentó disculparse de todas formas, insistió en que se quedaran, pero Blake se negó rotundamente diciendo que jamás volvería a pisar ese lugar. Broke, todavía abrumada por lo sucedido y en especial por el beso, intentó convencer a Blake de que dejaran de comprar en esos lugares. —Blake, creo que es mejor no comprar ropa en estas tiendas —solicitó Broke, mirando con nerviosismo a su alrededor—. No estoy cómoda aquí, y, además, hay otras tiendas más sencillas donde podemos ir. Blake negó con la cabeza, decidido. —No, Broke. Quiero que tengas lo mejor. No permitiré que te humillen de nuevo. Iremos a una tienda de lujo y yo mismo te ayudaré a escoger la ropa adecuada. Broke