Blake contempló a la niña de dulce y tierno rostro, su mirada azulada se clavó en su mente, evocando recuerdos que parecían estar enterrados en lo más profundo de su ser, aunque en ese momento no pudo identificar a quién pertenecían. —Hola —respondió él, sintiendo una extraña calidez al encontrarse con los ojos de Blair. Broke se aclaró la garganta, interviniendo con su presentación. —Sí, yo soy Broke Carter —aseguró con firmeza, aunque su atención se dividía entre Blake y su hija. Blake le dio un vistazo a la madre, pero la niña era quien captaba su total atención en ese momento. Blair, sin embargo, parecía absorta en su propio mundo. Se soltó de la mano de su mamá y se sentó en el piso del aeropuerto, atrayendo la atención de ambos. —¿Qué haces, cariño? —inquirió Broke, frunciendo