Broke negó, su pecho subía y bajaba agitado, ladeó los labios. «Este imbécil tiene la particularidad de sacar mi peor versión» —Mientras no haya un contrato firmado, yo no soy su empleada señor Vanderbilt —recalcó ella con seguridad, sin dejar de mirarlo—, me sorprende que siendo el CEO de las industrias no sepa eso, en fin, no vuelva a insinuar cosas que no son, mi hija es una niña muy sensible, y no voy a permitir que ni usted, ni nadie la lastimen —advirtió sintiendo que el corazón le latía a prisa, las piernas le temblaban, era consciente que él, se las iba a cobrar, pero cuando se trataba de defender a Blair, ella saltaba como una fiera. Blake Vanderbilt, la miró a los ojos, sorprendido. «¡Qué karma!» pensó. —Date prisa —ordenó. Se movió, caminando unos pasos, aturdido, melan