“Cuando estás a salvo en casa te gustaría estar teniendo una aventura, y cuando estás teniendo una aventura deseas estar a salvo en casa” –Thornton Wilder
Habían trascurrido ya dos horas de caminata a través del espeso pantano que rodeaba la ciudad de Odrick, anteriormente por este camino eran conducidos los prisioneros mientras se les flagelaba, Verz se imaginaba lo difícil que era pues el gua del pantano le llegaba hasta la rodilla y su movimiento se dificultaba, Arigoth es el que más problemas tenía para moverse pues su armadura era muy pesada ahora mismo todos se encontraban ante una pendiente rocosa.
–Ya casi llegamos –dijo Nize–, subiendo esa cuesta a unos trescientos pies estará la entrada.
Jack valoro la idea, pero era demasiado pedregoso como para usar el lanzagarfios, asi que tendrían que escalar por aquella formación rocosa, si bien no era muy inclinada, si lo suficiente apara tener que escalarla, las piedras eran de color blancuzco y parecían bastantes solidas.
La vegetación se asomaba por en medio de estas formaciones rocosas, había algunos arbustos y pequeños árboles que no ayudarían en mucho, una parte de aquella colina no era escalable debido a la inclinación, por lo cual habría que zigzaguear un poco para conseguir subir de manera segura, en la parte de arriba se divisaban las copas de algunos árboles poco más grandes.
Luego de trazar el plan de subida a detalle se dieron cuenta que tendrían que subir en fila, y deberían hacerlo con mucho cuidado pues todos tenían las botas llenas de lodo. lo que complicaba aún más las cosas.
–Iré al frente –dijo Verz–, tratare de buscar el terreno más seguro para escalar.
Verz comenzó el ascenso, seguido de Eddard, posteriormente subió Yuria, después Jack, seguido por Zela, después Alan, Nize y al final Arigoth.
Más o menos iban a la mitad del trayecto cuando una enorme roca de la parte de arriba de la colina se desprendió, rodando, o al menos esa fue la impresión que tuvo Verz.
–¡Cuidado! –grito Verz Quien levanto las manos para intentar detener esa roca la cual le golpeo de lleno, llevándoselo a él y a Eddard; Yuria, por su parte apenas pudo alcanzar a quitarse sosteniéndose de un pequeño árbol, el cual no cedió debido a que ella no pesaba tanto.
El resto se soltó hacia un lado llevándose golpes leves contra las rocas. Verz y Eddart fueron sepultados hacia el fondo del pantano por la pesada roca.
Mientras Alan revisaba su guitarra, Jack y Arigoth unieron sus fuerzas para desplazar a un lado la roca y rescatar a sus compañeros. Verz estaba inconsciente, Eddart muy adolorido, recostaron a Verz sobre las rocas y Eddart se sentó a un lado.
Yuria toco a Verz para sanarlo, Verz recupero el sentido, aunque aún tenía algunos moretones, posteriormente Yuria toco a Eddart el cual pareció recuperarse por completo.
Nize miro hacia arriba de la pendiente.
–Debemos tener cuidado, –dijo–, eso no fue un accidente, andando.
La formación se reincorporo y subieron aquella colina, esta vez iban muy pendientes de lo que pudiera suceder, sin embargo, no hubo más eventos por el momento.
Al llegar a arriba se encontraron ante lo que parecía ser la entrada a un bosque muy espeso.
–Andando, falta poco –dijo Nize.
Se abrieron paso entre los arboles y bajo el incesante ruido de los pájaros y los insectos, cruzaron por encima del tronco cubierto de maleza de un árbol caído y por fin divisaron la entrada. El marco de la puerta estaba cubierto de lianas de enredaderas, parecía que hacía mucho no pasaba nadie por ahí.
Una gruesa puerta de granito con acabados de hierro oxidado descansaba hecha pedazos en el suelo, detrás de las lianas podía verse un círculo de piedra de diez pies de ancho, cubierto también por hierbas y lodo.
Zela inspecciona minuciosamente la puerta y encuentra que en ella se han tallado algunas runas antiguas, le llama la atención el diseño de un glifo tallado en los fragmentos de piedra que muestra un rostro con una mirada maliciosa.
hacia dentro de la prisión todo parece oscuridad.
–Bien tenemos que prepararnos no podemos entrar asi, –dice Verz.
–Es cierto, no hemos traído antorchas –responde Zela.
–Habrá que improvisar entonces –dice Jack.
–No se preocupen –dice Nize recojan unas cuantas ramas y con eso.
Siguiendo la indicación de Nize cada uno recoge una rama y comienzan a desojarla.
Nize utilizando su piromancia enciende una antorcha a Verz y otra a Arigoth.
–Por el momento será suficiente, –indica Nize–, ¡andando!
Arigoth y Verz van al frente alumbrando el camino, detrás de ellos avanza Eddart y Jack, los sigue Alan y Nize y al final van Zela y Yuria.
Esta prisión fue edificada en una cueva al pie de un cerro en medio del bosque, para su edificación se respeto la formación natural, las paredes están hechas de roca, entremezclando la piedra original de la cueva con trozos de adoquín mohosos.
Es pues, una cámara excavada en roca viva, delante de ella el corredor se adentra en la oscuridad una pequeña corriente de agua que proviene de algún sitio discurre entre los pies de los guerreros, asi que hay humedad en las paredes, también hay algunas raíces de arboles que brotan tanto del suelo como de las paredes y el techo.
A mediada que avanzan por el estrecho pasillo notan algunas cadenas de hierro oxidado, cachos de grilletes que antaño sujetaban prisioneros. Además, una serie de pedazos de metal oxidado que parecieron haber sido soportes ya hacen en las paredes de cada lado, ubicados de tanto en tanto.
Avanzan un poco más hasta toparse con las primeras celdas, en cada uno de los lados del pasillo hay una puerta de hierro oxidado.
–bueno, nadie sabe en donde esta la llave, asi que puede estar en cualquier parte, –dijo Verz.
–que bueno sería que estuviera tras una de estas puertas, –contesto Zela–, ahorraría mucho tiempo.
Arigoth toma la iniciativa y empuja la oxidada puerta del lado este, esta cede con facilidad, no tiene ningún cerrojo, entran de a uno en uno en aquella cámara.