De la pobreza a la Realeza

CAPÍTULO 3

La tormenta que se avecinaba en GrapeVille era aterradora, en el refugio donde me encontraba cerraron todas las aberturas y prendieron el calentador para así resguardarnos del frío.

Lucy y yo nos encontrábamos en un sillón hablando de mil cosas a la vez, en apenas 3 días que llevo aquí he comenzado una gran amistad con ella, hasta el momento hemos sido inseparables.

Yo tenía un secreto, nadie lo sabía, ni mi propia madre, aquello me avergonzaba de sobremanera, sabía que tenía que desahogarme con alguien, y que mejor persona que Lucy para aquello.

Cuando vi que todos estaban dormidos, desperté a Lucy para que fuéramos a un lugar más privado para poder hablar tranquilas.

—Tengo que contarte algo, es que... —Suspiré, no sabía cómo comenzar —. Cuando tenía doce años, bueno... —La voz se me empezaba a quebrar, respiré hondo y continué—. Era de noche y no tenía a donde ir, buscaba un lugar en el cual poder dormir... cuando llegó un hombre. Era un viejo gordo, jamás podré olvidarlo, aunque muero por hacerlo. —No pude contener las lágrimas y la impotencia en mi voz—. Él me... —Lucy no me dejó continuar, quizás sabía lo que se venía.

—A mí también me pasó lo mismo, es algo que solo el tiempo nos hará olvidar. —Nos abrazamos y así duramos mucho tiempo—. A mí también me pasó —repitió—, fueron 2 hombres drogadictos, la policía los encontró y ahora están presos. —Sonrió ante eso, se lo merecían—. Fue hace poco, por eso estoy acá.

—Somos muy fuertes para ser tan jóvenes —dije orgullosa de nosotras, sabía que ambas íbamos a salir adelante.

—Lo somos, vamos a estudiar, a graduarnos, trabajar, casarnos y viajar por todo el mundo —habló Lucy ilusionada, no me quedaba atrás, quería un futuro así.

—Lo lograremos. —Asintió, nos abrazamos una vez más y pasamos el resto de la noche hablando de cosas triviales y conociéndonos más.

~~♕~~

1 AÑO DESPUÉS

Nuestra amistad había crecido muchísimo en este último año, nos habíamos matriculado en un instituto para terminar nuestros estudios básicos. A ambas nos gustaba mucho estudiar, Lucy se destacaba mucho en matemáticas, mientras que yo me destacaba en historia y biología.

Hacíamos un gran esfuerzo para graduarnos con honores y aparte de eso hacer varios grados escolares en un solo año.

Nuestra vida había mejorado mucho desde que nos hicimos amigas, e incluso éramos tan inseparables que le decíamos a todo el mundo que éramos hermanas. Si existen las almas gemelas, ella sería la mía.

Estaba estudiando para mi examen final, era muy importante, si lo ganaba podría saltarme un año, cosa que era increíble porque iba atrasada a comparación de los jóvenes de mi edad.

Lucy también tenía que presentar el mismo examen, pero se estaba distrayendo un poquito con nuestro profesor.

Sí, profesor, a Lucy le encantaba nuestro maestro de álgebra y contabilidad, decía que era todo un sentimiento relacionado a lo sapiosexual*, no quería admitir que de verdad sentía algo más que una atracción hacia su maestro.

Y es que no era para nada anormal, cualquiera estaría así, y es que con esos ojos miel, cabello rizado, y sonrisa encantadora todas estarían más que dispuestas a complicarse la vida en álgebra solo para que él les diera clase.

Su nombre era Luke Adams, tenía veinticuatro años, recién graduado de la universidad y amor platónico de mi mejor amiga, Luke sabía cómo vivía Lucy, le parecía una chica bastante hermosa y fuerte. Esperaba que ellos algún día estuvieran juntos.

Eran mi ship secreto.

Miré a Lucy que estaba tratando de estudiar, pero por lo que veía no podía concentrarse, de seguro pensaba en nuestro profesor, sonreí, era tan obvia. Estaba loca por él.

—Adams te trae loquita, amiga. —Esperé una respuesta, pero nada—. ¿Lucy? —Aún no me respondía—. ¡Lucy!

—¿¡Qué...!? —preguntó confundida.

—Deja de estar pensado en el profesor, se dará cuenta de que no has estudiado y te pondrá un cero, cosa que no quieres que pase porque lo desilusionarás, ¿o sí? —pregunté alzando una ceja.

—¡Claro que no! —contestó a la defensiva—. Ahora sí me pondré...

Lucy no continuó hablando ya que una de las señoras que cuidaban el refugio entró interrumpiendo sin permiso a nuestra alcoba.

Sí, después de conocernos nos quedamos viviendo aquí, era más pasable estando juntas.

—Scarlett, hija, tienes que venir urgente. —Me levanté asustada, no sabía qué pasaba—. Es tu madre...

No necesité escuchar nada más, me levanté rápido y seguí a la señora, sentía a Lucy siguiéndonos.

La señora pidió un taxi, extrañada, me subí, seguía sin entender qué pasaba, pero estaba en shock, de mi boca no salía ningún sonido.

Noté como el camino que había tomado el taxi nos conducía al hospital y pensé lo peor.

Al llegar, preguntaron por Charlotte Flynn en la recepción del hospital, la amable enfermera nos envió al tercer piso.

Al llegar al piso indicado, un doctor nos avisó el estado en el que se encontraba Charlotte y, tal como lo imaginé, no era nada bueno.

—Su madre tiene sífilis*, es curable si se detecta a tiempo. —Eso lo sabía, en el instituto nos habían dado esa clase—. Pero también podría ser una enfermedad muy peligrosa si ya está muy avanzada y, por desgracia, eso le pasa a Charlotte, su enfermedad le causó problemas cardiovasculares, lo que provocó un infarto, lo siento mucho.

Estaba devastada, cuando en mi vida por fin comenzaba a conseguir lo que siempre quise para darle un buen futuro a mi madre y a mí, este propio me la arrebata, ¿por qué el mundo era tan injusto conmigo?

Entré a ver a mi madre, era demasiado doloroso. No estábamos peleadas, no sentía algún remordimiento, el último tiempo juntas fue bueno.

Solo no debía irse, mi mamá no.

Le tomé su mano ya un poco fría y le besé el dorso de esta, mis lágrimas no dejaban de salir.

—Mami, perdón, sé que nunca te lo demostré, pero te amo mucho, solo estaba enojada con el mundo por darnos esta vida, quería que tuvieras todo y vivieras como una reina, no como lo hacías, perdóname por ser como fui contigo, debí estar más tiempo para ti, mamá, nunca me dejes sola de nuevo, mami, ya te extraño mucho. —Mis lágrimas ya casi no me dejaban hablar, mi pecho ardía, algo en él se sentía vacío; uno muy grande—.Vas a estar mejor en otro lugar, ma, yo lo sé, yo conseguiré lo que no pudimos juntas... Lo prometo. —Besé su frente por última vez y le dije cuánto la amaba.

SAPIOSEXUAL*: Una persona sapiosexual es la que se siente atraída por la inteligencia de otra persona más que por su apariencia externa

SÍFILIS*: La Sífilis es una ETS bacteriana adquirida mediante las relaciones sexuales vaginales, orales o anales con una persona infectada. La Sífilis NO se puede contraer por otros medios, como tocando los asientos de los baños, los pomos de las puertas o nadando en las piscinas con alguien que está infectado.

ETS*: Enfermedad de transmisión sexual