Me gradué a mis dieciocho años, un año más que el promedio, aunque con honores como me lo propuse.
A pesar de todo esto, dentro de mí se seguía sintiendo un gran vacío, mi madre apenas llevaba seis meses de fallecida y ese tiempo había sido un poco difícil.
Cada día me era más difícil seguir concentrada en mis estudios, pero poco a poco volví a retomar el rumbo y logré llegar a la meta propuesta.
Lucy fue una ayuda muy grande en esta etapa, nunca me dejó sola ni un solo momento, ella sabía muy bien que, aunque yo no lo dijera, necesitaba alguien a mi lado apoyándome, y Lucy siempre iba a ser esa persona que estaría ahí.
Cada una consiguió un trabajo de medio tiempo, Lucy cuidaba a los hijos de los dueños del viñedo más grande de GrapeVille, dos tiernos gemelitos rubios que eran adorables, no daban ningún problema. Con esto Lucy ganaba un buen dinero.
Mientras yo era ayudante de un asilo, cuidaba de los ancianos, les leía historias o les hacía galletas de chispas de chocolates que ellos amaban. Y yo amaba verlos felices.
Pronto nos fuimos a vivir juntas, ya teníamos un dinero ahorrado para pagar el alquiler de varios meses y vivir cómodamente en un edificio en el centro de GrapeVille, no era muy grande, pero tenía lo necesario para que pudiéramos vivir cómodamente. Y amábamos nuestro apartamento.
Este tenía una sala-comedor un poco espaciosa, una cocina americana no muy grande, pero muy agradable que cumplía su función, tres habitaciones medianas y tres baños, uno en la parte junto a la sala y en cada una de nuestras habitaciones había un baño privado.
Había una pequeña biblioteca no muy dotada de magníficos libros, junto con un ventanal del piso al techo donde se veía todo el valle de GrapeVille y más allá, el castillo de Heavenhill, por tal razón me mantenía en ese lugar, mi favorito.
El novio de Lucy, sí, el profesor Adams, nos consiguió un cupo en la universidad a las dos.
En este pueblo todo el estudio universitario era gratis, por lo que el valor del estudio no tenía por quépreocuparnos, aunque la universidad era muy estricta y debíamos mantener nuestros promedios altos.
Era una de las más prestigiosas universidades de todos los pueblos que nos rodeaban, nuestro pueblo era pequeño, pero se destacaba por muchas cosas, era un tanto prestigioso.
Incluso en la universidad de GrapeVille llegaron a estudiar los ministros, gobernadores, presidentes, príncipes, princesas y reyes de GrapeVille, al igual que los mismos de Hillbigang, el palacio enemigo de Heavenhill.
Todos en GrapeVille sabíamos de la rivalidad de estos pueblos, pero nadie entendía la razón de esta, muchos decían que hacía muchos años hubo una infidelidad o quizás fue una estafa, eso aún está en duda. Es más, se rumoreaba que los reyes actuales se preguntaban por qué era la disputa ya que no lo recordaban. O quizás sí y lo ignoraban.
Nunca lo sabríamos.
Volviendo a la universidad, yo elegí la carrera de administración de empresas unida a relaciones internacionales, era prácticamente dos carreras en una sola y por ser así no duraba cinco años, sino seis, pero era válido al ser doble titulación.
Lucy, por su parte, escogió la carrera de psicología, nada que ver con su fuerte en matemáticas.
Lucy tenía una bonita relación con Luke, bonita no, ¡era hermosa!
Aunque al principio siempre rechazó los sentimientos del profesor porque sentía mucha desconfianza con la población masculina, el amor siempre puede con todo y sí que pudo con su frío corazón.
Yo amaba verlos juntos, eran una ternurita personificada.
Luke trataba a Lucy como una muñequita de hielo, frágil, delicada, se le notaba tanto su amor por mi amiga. Y eso que Luke no se quería dejar conquistar por su alumna, aunque era obvio que ya estaba rendido ante ella.
Me estaba arreglando para ir a clase, Luke vendría por nosotras como de costumbre.
Oí el sonido del claxon, Luke estaba aquí.
—Lucy,apúrate, Luke ya llegó —dije.
—¡Ya voy! —Brincó por todo el departamento buscando su bolso mientras se ponía el último zapato—. ¡Auch! —Escuché su grito cuando tropezó con la alfombra de la sala y cayó de cara, para nadie era un secreto que Lucy era la abrazadora favorita del suelo.
—Amor. —Ese fue Luke, Lucy se quedó quieta con una sonrisa tonta, era tan tierna—. Déjame ayudarte.
Entre risas la ayudó a levantarse del suelo.
—¿Cuándo dejarás de darme celos con el suelo? —le dijo bromeando, conocía muy bien a mi amiga para saber que tenía cara de que pronto soltaría alguna vulgaridad, pero era su novio quien le habló, Luke era simplemente espectacular, todavía no creía que fuera su novio—. ¿Lucy?
Reí, uno de mis pasatiempos favoritos era observarlos y Lucy se veía patética mirándolo, otra razón a la lista: motivos para burlarme de Lucy.
¡Ya era hora de que se diera cuenta de que era suyo!
—Amm...este... ¿Hola? —balbuceó Lucy. Luke y yo reímos, siempre era lo mismo.
—Hola —le respondió Luke dándole un casto beso en los labios, Lucy se puso roja de la vergüenza, reí más fuerte. ¡Era increíble!, estos dos eran la mejor pareja del mundo para mí.
—Oigan, lamento interrumpir su apasionado encuentro, pero tenemos que irnos. —Ninguno de los dos pareció escucharme—. ¡Ahora! —exclamé. La ternura personificada volvió a la realidad, ambos se rieron y caminaron a la salida.
Sonreí, ¿qué haría sin este par?
~~ ♕ ~~
Después de un montón de risas en el auto de Luke, llegamos a la universidad.
Luke tomó de la mano a Lucy y la llevó a la entrada de su facultad.
Me gustaba estar en la universidad, era optimista y sabía que se venían grandes cambios en mi vida.
Estaba segura.