~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~ G e n e v i e v e ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~ —No me hagas esto, Genevieve. Mírame, no dejes de mirarme. Aquellas palabras penetraban desde mi subconsciente, arrastrándome a la realidad. No paraba de oírlas, una y otra vez, siempre con el mismo desespero. Era una voz masculina que me me llamaba a regresar a la luz, a quedarme ahí... aunque todo lo que yo quería era volver a la oscuridad. Como el canto de un ruiseñor... difícil de ignorar... Entonces me quedé, no tuve opción. Abrí los ojos lentamente, sintiendo que las luces del techo me lastimaban, y el ruido a mi alrededor me aturdía, aunque lo cierto era que no eran más que susurros lejanos, lo sabía, pero sentía que mi cabeza explotaría de todas formas. —Alteza… Ha despertado… Gracias a Dios. ¡Qué