Mi Jefe Está Paralitico: Reconquistando A Laura.

Nuevo trabajo.

Después de conversar con Lourdes y cenar unos ricos camarones al ajillo, la llevé de regreso a casa, la acompañé hasta dentro para saludar a Alfonso y a los niños.

—Amor ya estoy aquí— Dijo Lourdes tan pronto entramos a la casa.

—Hola amor— Le respondió mientras se acercaba a ella.

—¿Cómo estás Alfonso?— Le pregunté mientras le saludaba con un beso amistoso.

—Muy bien, se nota que tú estás bien— Respondió Alfonso con una sonrisa.

—¡Gracias! Pasé a saludarte y a ver a los niños— Le respondí.

—Te lo agradezco Laura, pero lamento decirte que los niños están dormidos, sin embargo toma asiento, tomemos una copa de vino— Respondió Alfonso con mucha amabilidad.

—No gracias, ya es tarde, y debo irme— Le respondí con una gran sonrisa.

De repente escuché una voz, sabía que era la de Peter.

—Yo también debo irme— Respondió Peter al salir desde la cocina.

—Hola Peter, no sabía que estabas aquí— Respondió Lourdes con una gran sonrisa mientras lo saludaba.

—Tu esposo se sentía muy solo y me llamó— Respondió Peter, estas palabras hicieron que todos nos riéramos.

—Lourdes te veo luego, Alfonso cuídate mucho— Dije mientras me acercaba a la puerta y sin mirar atrás me fui.

Peter estaba ahí, ahora era normal encontrármelo en todos los lados. Mientras voy hacia mi vehículo, soy detenida por unos brazos que me sostuvieron por detrás.

—¿Por qué no te despediste de mi?— Preguntó Peter mientras permanecía de espalda a él, su aliento me hacía sentir un cosquilleo que me encantaba.

—Peter últimamente me sales hasta en la sopa y mira que no me gusta esa comida— Le respondí con un trago de sarcasmo.

—Eres muy encantadora Laura, siempre voy a estar detrás de ti, tu amor es lo único que necesito recuperar para ser feliz— Respondió Peter mientras acariciaba mi nuca con su boca.

—Peter ya eso no es posible, no se porque no puedes entenderlo— Le respondí mientras me volteaba para mirarlo frente a frente.

—¡Aunque digas que no! Yo se que me amas aún y créeme que cada día yo te amo mas a ti—

—Peter no quiero que me hables de amor, deberías de buscarte a alguien porque mi corazón ya no te pertenece—

—Eso dolió Laura, me has dado un golpe bajo peor no me voy a detener— Respondió Peter con una sonrisa amarga.

Peter me miró por unos segundos, y luego besó mis labios.

—Ahora vete a casa porque ya es muy tarde— Respondió Peter mientras se alejaba de mis labios.

—¿Ahora me mandas?— Le pregunté con seriedad.

—Solo te digo que te vayas a casa, en mi mente sólo tengo la imagen de cargarte entre mis brazos y llevarte conmigo, pero no lo haré— Respondió Peter mientras acariciaba mi mejilla.

No le respondí, solo subí a mi vehículo, lo encendí y me fui.

Después una hora ya estaba en casa, fui a la habitación de mi pequeño bebé, le di un beso de buenas noches y regresé a mi habitación para descansar, pero eso era imposible, en mi mente estaba la imagen de Peter acariciándome la mejilla, ese hombre aún de si rolaba mi vida, aún era Perfecto para mi pero no dejaba de ser un gran tonto.

El fin de semana llegó y consigo el lunes, mi primer día de trabajo, era momento de enfrentarme al ámbito laboral.

Al rededor de las ocho ya estaba en la empresa de ‘construcción Profesional’.

—Buenos días— Dije al ingresar a la sala de reuniones.

—Buenos días Laura— Respondió Oscar el dueño y jefe de la empresa.

Habían al rededor de seis personas sentadas al rededor de la mesa, tomé asiento y presté atención.

—La señora Laura es la nueva administradora de nuestra empresa, tiene toda la experiencia para guiar esta institución y llevarla hacia otro nivel, así que Laura bienvenida, démosle un aplauso— Dijo nuevamente Oscar.

—Le agradezco la oportunidad, para mi será un gran honor trabajar con ustedes— Le respondí con mucha emoción.

—Laura nosotros nos sentimos honrados de tenerte aquí— Respondió Oscar.

Después de aquel pequeño recibimiento, me llevaron directamente a la que sería mi oficina, estaba sorprendida, era gigante,estaba impresionada.

—Esta es su oficina, puede cambiar lo que desee, espero que se sienta cómoda aquí— Dijo Oscar quien se tomó la molestia de llevarme hasta la que sería mi oficina.

—Esta perfecta, me gusta mucho, de momento no cambiaré nada, es muy amable señor Oscar— Le respondí mientras observaba todo a mi al rededor.

—Te dejaré para que te instales, todo lo que necesitas esta en la computadora, pasa feliz día Laura— Dijo Oscar antes de retirarse.

Después de Oscar irse, tomé asiento en la que sería mi silla, me sentía feliz, es un logro muy importante en mi vida, saqué mi celular y llamé a Lourdes para contarle que ya estaba en mi nuevo trabajo.

—Lourdes amiga ya estoy en mi nuevo trabajo— Le dije tan pronto contestó.

—Amiga te escucho muy emocionada, felicidades, me siento tan feliz por ti— Respondió Lourdes con una gran emoción.

En la empresa de Peter.

—Buenos días señor Peter— Dijo Clarisa la nueva secretaria de Peter.

—Buenos días Clarisa, tengo estos documentos que necesitan ser editados, todo lo que está marcado en verde por favor— Dijo Peter rápidamente, siempre ha sido un amante al trabajo y no le gusta perder tiempo.

—¡Muy bien señor! Se los tendré listo lo más breve posible— Respondió Clarisa.

—¡De acuerdo! Por el momento puede retirarse, solo necesito eso hasta ahora— Respondió Peter sin levantar la mirada.

Clarisa salió de la oficina de Peter, era notable que se sentía atraída por ese hombre.