Después de dejar parado a Peter en el estacionamiento, regresé a casa para organizar algunas cosas y ver a mi hijo.
En la empresa de Peter.
—¿Y esa cara Peter?— Preguntó Alfonso al encontrarse con él en el ascensor de la empresa.
—Mi cara tiene un nombre y es Laura, ahora va a trabajar y ni siquiera quiso decirme donde— Respondió Peter mientras arrugaba las cejas.
—Al parecer Laura desea continuar con su vida, y es probable que deseé sentirse útil para ella misma— Respondió Alfonso con una sonrisa.
—Laura no necesita trabajar, ella lo tiene todo—
—Lo tenía todo, ahora que no estás en su vida, imagino que va a querer salir adelante, distraer la mente—
—Eso no es lo que tanto me preocupa, porque Laura siempre ha sido una mujer trabajadora— Dijo Peter mientras entraban a su oficina.
—¿Y entonces que es lo que te preocupa?— Preguntó Alfonso con interés.
—Me preocupa que Laura se enamore de alguien más y deje de quererme, en especial de ese hombre que la ayudó cuando yo no quise creer en ella— Le Respondió mientras tomaba asiento.
—Amigo mío, sabes que todo eso es posible, lamento tener que decirtelo así de claro, pero perdiste el amor de Laura al dudar de ella, además ya no tienes ventaja, tienen varios meses divorciados— Respondió Alfonso mientras tomaba asiento.
—¡Lo se! Y por eso me odio a mi mismo, desearía poder devolver el tiempo atrás pero eso es imposible, no me daré por vencido, lucharé por el amor de ella, aunque muera en el intento—
De repente fueron interrumpidos ya que tocaron la puerta de la oficina de Peter.
—Pase adelante— Dijo Peter desde su asiento.
—Buenas tardes— Dijo una joven al ingresar a la oficina.
—Buenos días, ¿ Cómo podemos ayudarla?— Preguntó Peter con su seriedad.
—Mi nombre es Clarisa Medrano y soy su nueva secretaria señor— Respondió la joven con nervios.
—¡Oh! Mucho gusto Clarisa, sea bienvenida a esta empresa— Respondió Peter mientras se ponía de pies y le extendía la mano para saludarla.
—Le agradezco mucho señor, es un honor para mi— Respondió Clarisa con un poco más de confianza.
—Te presento a Alfonso, es mi mejor amigo y vicepresidente de esta grandiosa empresa— le presentó Peter.
—Mucho gusto Clarisa, aquí siempre trabajamos en unidad, así que cualquier cosa que entienda que pueda ayudarle, por favor no dude en pedirlo— Le respondió Alfonso mientras se levantaba del asiento y le extendía la mano.
—Muchas gracias, me siento muy feliz de poder estar aquí con ustedes— Respondió Clarisa con una sonrisa.
—Bueno Clarisa puede irse a trabajar, y nuevamente bienvenida— Dijo Peter mientras tomaba asiento nuevamente.
Clarisa salió de la oficina de Peter, ella parecía ser una buena chica y de eso aún no podíamos dudar.
—Parece ser buena chica— Dijo Alfonso mientras tomaba asiento nuevamente.
—No hay que confiarse, ya ves lo que sucedió con Teresa, lo cual me ha dejado como experiencia ser un hombre bastante desconfiado— Le respondió Peter mientras también tomaba asiento.
En el departamento de Laura.
Después de llegar a casa, tomé mi celular y llame a mi amiga Lourdes para contarle que mi vida empezaría a cambiar.
—¡Amiga!— Respondió Lourdes tan pronto contestó el celular.
—¿Cómo estás?— Pregunté con una sonrisa.
—Muy bien, ¿y tú?—
—Me alegro mucho, yo estoy muy bien, te llamo para darte una gran noticia—
—Por favor entonces ya dime, no me hagas esperar—
—Empezaré a trabajar, inicio el lunes, estoy muy feliz y emocionada por esto—
—Eso es bueno para ti, así te distraes, me encanta amiga—
—Gracias, sabía que iba a encantarte, estoy muy feliz, esto me regresa la vida, necesitaba ya estar un poco más ocupada, dejar de pensar en Peter, en lo que fue y en lo que no fue—
—Estoy de acuerdo contigo, aunque por ahí tienes un pendiente que se muere por ti—
—¡No digas más! ¿Salimos esta noche a cenar?—
—¡Por supuesto! Pasa por lo a las 8– Respondió Lourdes muy emocionada por el plan repentino.
Llegada la noche, fui por Lourdes a su casa y de ahí fuimos a un restaurante al aire libre.
—Gracias por sacarme de casa, estos niños a veces me vuelven loca, el papel de mamá suele ser muy difícil— Dijo Lourdes mientras tomaba asiento.
—Ser madre es muy bueno pero también tiene sus cositas, toda madre se cansa pero ama cuidar de sus hijos a pesar de eso— Le respondí con una sonrisa.
—¡Lo se! Mis hijos son lo mejor que me han pasado en la vida—
—Concuerdo contigo— Le respondí.
—¡Cambiando de tema! Entonces trabajarás, estoy tan feliz por ti, pero no me dijiste ¿en qué empresa?—
—Ese es el detalle Lourdes, trabajaré para la compañía de construcción, la que es competencia de Peter— Le respondió con nervios.
—¿O sea que trabajará sen Construcción Profesional? Peter va morir cuando sepa eso— Respondió Lourdes con mucha sorpresa.
—Espero que no se muera, pero seguramente va a pensar que lo hago para hacerle daño y no es así, lo hago porque me ofrecieron administrar la empresa, es una gran oportunidad para mi—
—Es una gran oportunidad, pero debes de prepararte para enfrentarte a Peter, porque no le gustará esa decisión que has tomado—
—De por si no le gusta que trabaje, dice que no tengo necesidad de hacerlo, ya él está al tanto de que lo haré pero no sabe donde—
A pesar de todo, no quisiera perjudicar a Peter.